Fase 1

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N/A: ¡El arte y diseño de la portada son cortesía de la talentosa Dú Vet! (Dejo el link a su galería en mi muro, no duden en echarle un vistazo) Le mando un tremendo agradecimiento, así como también a Elle, porque sin ustedes esta historia probablemente jamás hubiese visto la luz.

-O-

I

Kyle tiene trece años la primera vez que despierta en ese lugar.

No es su alarma lo que lo hace despertar, tampoco es la voz de su madre apresurándolo a alistarse para otro día escolar. Tampoco lo despierta la dureza del suelo, ni tampoco el dolor en su cabeza.

Es una voz demasiado familiar, que instantáneamente lo hace fruncir su entrecejo y lo fuerza a abrir sus ojos para fulminar con la mirada al responsable de los gritos y groserías. Vulgaridades absurdas y violentas a voz en cuello que lo hace partir sus labios con una amenaza preparada, y que después lo hace congelarse en su sitio porque no se supone que escuchara aquella voz de nuevo, al menos no tan pronto.

Algo anda mal.

Es por instinto que se incorpora y mira alrededor, desesperadamente, intentando absorber la mayor información visual que pueda. Está en un cuarto. Una diminuta caja cubierta en sombras, excepto por una luz brillante que atraviesa una de las paredes.

Su corazón palpita raudo contra su pecho, y un miedo se acumula como un líquido frío en su estómago, derramándose, recorriendo la extensión de sus miembros hasta hacerlo sentir los cabellos en su nuca erizarse. Definitivamente algo anda terriblemente mal.

Intenta acostumbrar su vista a la oscuridad, y puede vislumbrar una única sombra de algún objeto rectangular en una de las esquinas, reposando sobre el suelo. Decide investigar su propósito después, y se dirige hacia la pequeña fuente de luz a tientas. El material allí es frío, y al golpearlo el sonido es opaco y las vibraciones resuenan en él: Una puerta.

Se inclina y se pone en puntillas intentando ver algo que revele su ubicación, pero no puede ver nada excepto resplandecientes colores blanquecinos. Kyle recarga su frente en la rendija de cristal e intenta no alarmarse ¿Qué es lo que último que recuerda?

Había acompañado a su madre al centro comercial. Había jugado con Stan hasta la madrugada, su madre lo había hecho apagar la computadora a regañadientes porque las clases iniciarían en unas semanas. Luego se había acostado a dormir y después... ¿Después qué sucedió? Está seguro que pasó algo más. Recuerda haber discutido con Ike y después... Kenny. Recuerda a Kenny.

Se deja caer de espalda contra la puerta y masajea sus sienes. No puede recordarlo, y forzarse a hacerlo está haciendo su cabeza latir con una intensidad que le hace creer que explotará en cualquier momento.

Los berridos y golpeteos a través de la pared van en crescendo, y sin detenerse a considerar su certeza, sin dar pie a equivocaciones, Kyle brama con una desagradable irritación consabida que no había experimentado recientemente.

— ¡Cierra la puta boca, gordo de mierda!

El efecto de sus palabras es inmediato. Los gritos se detienen y solo queda el eco de los golpeteos, que se extinguen casi inmediatamente. Es cuando el silencio se hace presente, que Kyle comprende lo que significa y la expectativa crece en él de forma rápida y peligrosa.

Después de unos minutos, con una voz considerablemente más suave, y de alguna forma más cercana, escucha una respuesta.

— ¿Judío? — Pregunta con claro nerviosismo. — ¿Kyle?

Kyle suspira y echa su cabeza hacia atrás.

Eric Cartman, ¿Cuántas eran las probabilidades?

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Dies Irae [Kyman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora