| Capítulo 2.- Reencuentros |

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Alexander

— ¿Te molesta en esta parte? — Hice presión en la parte baja de su estómago

—  Sí —  respondió el pequeño, comenzó a moverse tratando de pararse

—  ¿Te gustan las caricaturas?, ¿Cuál es tu preferida? — Pregunté recostándolo de nuevo

— Loui — me dijo, tenía cuatro años — . ¿A ti te gustan?

—  Oh sí, veo caricaturas cada que tengo tiempo — me giré hacia su madre — . ¿Algún otro síntoma aparte del dolor?

— Ha vomitado muchísimo, no he podido darle algo para que coma — estaba preocupada —, inició en la madrugada 

— ¿Y ayer estaba todo bien? 

—  Sí 

— ¿Entonces le dimos al pequeño algo que no debió de haber comido? — Volví a preguntar, ella no respondió —. Sólo es para asegurarme que... — Traté de recordar el nombre del paciente

— Thomas

—  Que Thomas no tiene complicaciones en su vesícula, apéndice o su intestino —  sonreí — , ¿si comió algo?

—  Le di unas papas fritas con..., picante 

— Oh,  pequeño tenemos tu diagnóstico —  lo cargué para sentarlo en la camilla —. Es una infección estomacal, es muy chico para darle a su organismo algo tan irritable como el picante 

Caminé hacia mi escritorio y tomé un bolígrafo seguido de una receta médica, comencé a escribir

— Esto servirá para su estómago, sin embargo, tenemos que aplicar una inyección para que Thomas deje de vomitar todo lo que consuma. Le recomiendo comprarle un suero, él no ha ingerido nada de agua, no queremos que se deshidrate, compensará todo el líquido que ha perdido — arranqué la receta y extendí la mano —. Y por favor, no vuelva a darle picante

— Muchas gracias, doctor —  ella la tomó y cargó a Thomas, él sonrió — . Hasta luego

—  Hasta luego, cuídate Thomas 

Cuando ellos salieron del consultorio di un respiro y tomé asiento, estaba cansado, miré el reloj y aún tenía algunas horas por cubrir, alguien llamó a la puerta

— Doctor, necesitamos su ayuda —  era uno de los enfermeros — , ¿podría venir?

— Claro —  me levanté, había llegado una niña con la pierna rota — . De acuerdo... —  ella no dejaba de gritar y llorar, al ver sus rayos X noté que tenía una fractura desplazada —. Necesita cirugía 

— Estoy de acuerdo — mencionó un compañero —, hay que preparar el quirófano 

— Hey, princesa estarás bien — me dirigía hacia ella —, ¿qué es lo que pasó?

— Sus padres dijeron que fue un accidente con la bicicleta 

Nada nuevo en mi rutina laboral. Cuando terminé mi turno eran las 4 pm, me sentía un poco cansado, llegué a mi auto y subí en él enviando un mensaje para avisar que llegaría pronto a casa.

Al conducir decidí hacer una parada en un café que suelo visitar gran parte del tiempo, entré respirando un poco el olor a café puro y pan

— ¿Lo mismo de siempre, doctor? —  Me preguntó la cajera, asentí mirando hacia los pasteles

—  ¿Podrías darme este, por favor? —  Apunté tras el cristal hacia un pastel de fresas, ella asintió mientras preparaba mi café, me giré hacia el aparador de revistas y libros —. ¿Son nuevas?

Cenizas [YAOI-GAY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora