| Capítulo 8.- Melancolía |

5.2K 452 64
                                    

Sebastián

—  Lo veo y no lo creo — desaté mi corbata —. ¿Cómo me encontraste?

— Sólo hice un par de llamadas —  respondió ella dejando la copa sobre la mesa de centro —. ¿No te agrada verme?

—  Me sorprende verte, es tan inesperado —  negué haciendo movimientos con la cabeza —. Una segunda pregunta, ¿cómo entraste a mi habitación?

—  Víctor me prestó la tarjeta de tu puerta, ¿eso importa?

— Invadir la privacidad siempre es algo que importa — sentí algo de enojo 

— No contestas mis llamadas, mis mensajes o siquiera te dignas a mirarlos —  se levantó —. ¿Quién crees que soy? No eres nadie para tratarme como si no existiera, tienes una manía tan horrenda

—  Génevieve no comprendo qué buscas aquí, cortamos comunicación desde hace semanas

— ¿Y eso a ti no te interesa? Tus emociones cambiantes me comenzaron a hartar. Sólo quería saber si estabas bien

— Estoy bien

— De eso me doy cuenta, ¿en dónde estuviste? Oliever no supo responderme, jamás contestaste una sola llamada

—  No es de la incumbencia de nadie en dónde estoy o estaré 

—  ¿Ni siquiera de tu pareja? —  Se paró frente a mí bloqueándome el paso, frunció el ceño —. ¿En dónde estuviste, Sebastián?

— ¿Pareja? Génevieve es suficiente, tienes que irte. Las ideas de mi madre y tuyas no me corresponden, si Víctor fue amable contigo al darte mi tarjeta es por la amistad de familia que has construido por años con ellos, no conmigo —  Me aparté y me alejé de ella

— Lo haces conmigo sólo cuando estás triste, ¿no es cierto? —  Me detuve, la miré a los ojos —. Todos dicen lo mismo de ti, el pobre rico solitario que nunca ha conocido el amor. Tu nombre es famoso entre las mujeres de sociedad

— Suficiente

— Eres extraño, nunca pude comprender cómo funcionas. ¿Entonces es verdad? Cuando comienzas a sentir algo comienzas a apartarte

— Génevieve basta —  alcé la voz —. He dicho que es suficiente

—  Entonces escúchame, no pienses tratarme como a las demás que han pasado por ti. No puedes decir que me quieres y al día siguiente no estar para mí. Sólo quiero respuestas, por respeto a tu madre no te he reclamado nada hasta ahora

— Sé que mi madre desea que contraiga nupcias, pero es algo que no me interesa en lo absoluto

— No es sólo por eso, ¿no sabes que es lo se murmura de ti?

— ¿A qué te refieres? —  Ella comenzó a rodearme con su presencia, sentía que era como una serpiente que invadía mi mente — . Honestamente, no me interesa saber qué es lo que se murmura o se dice de mí

— Dicen por ahí... — su respiración cerca de mi cuello, veía mis labios con deseo —, que tus intereses son distintos y que los mantienes ocultos. Que tu corazón no ha podido expresar lo que en verdad ha sentido, que está encadenado. "¿Cómo es posible que no haya amado?" "¿Por qué huye?"  — sonrió mostrando sus dientes, sin apartar su mirada de mi boca —. Porque a nuestro gran Sébastien lo perturba un nombre en específico

— Aléjate de mí —  me aparté —. Sólo estás enojada porque nunca correspondí tus sentimientos de la forma que esperabas, jamás lo haré. Piensa lo que gustes de mí, habla todo lo que tengas que hablar. Tu presencia y tus palabras me son indiferentes

Cenizas [YAOI-GAY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora