Había pasado poco más de un mes desde que había salido del país, no estaba muy seguro de como había terminado en un pequeño poblado de Italia, su madre y él podían hablar el idioma así que había sido una buena oportunidad para ellos, la otra opción había sido Estados Unidos o algún lugar de Francia pero estaban bien allí, planeaban estar una o dos semanas más antes de ir a otro sitió, mantenerse en movimiento era bueno ya que no sabían nada sobre lo que estaba pasando en su hogar.
No habían tenido noticias y aquello lo deprimía más de lo que quería admitir, no había esperado que el mayor lo llamara todos los días después de que habían terminado su relación pero un mensaje casual preguntando si habían llegado bien o algo así, eso si lo esperaba, que la preocupación viajara con ellos, en parte sentía que si había viajado con ellos por que se sentía vigilado siempre que salía de casa, no sabía que trató había hecho Namjoon con el amiguito raro que tenía, no le sorprendería si lo veía en algún momento.
-Aquí está el ruso blanco y la margarita...-. Dejó el trago en la mesa y camino entre la gente de regreso a la barra, recogiendo un nuevo pedido de bebidas.
Había conseguido un empleo temporal para mantenerse distraído, en ese bar necesitaban a alguien mientras un empleado estaba descansando por una lesión menor, era la oferta adecuada para él, tenía algo que hacer y no era fijo así que no tendría problemas para desprenderse.Tomó su descanso y salió al área trasera del local, fijo su vista en el cielo sin estrellas por las nubes espesas y suspiro, hacia el suficiente frío para ver vapor elevarse después. Fue consiente del peso en su bolsillo y tomó su teléfono, le había enviado unos mensajes a Seokjin pero nada con demasiada información, nada que pudiera comprometer la seguridad de ambos, miro la lista de sus contactos, el nombre de Namjoon se mostraba como uno de los cinco que tenía, lo había borrado y vuelto a poner tantas veces que ya lo sabía de memoria.
Negó para si mismo y volvió a borrarlo, sabiendo que lo anotaría nuevamente apenas llegará a su hogar.Regresó a su turno y continuó entregando tragos por aquí y por allá, había sido una noche tranquila hasta que hablaron a sus espaldas-. Buenas noches, cariño-. Cerró sus ojos y contó mentalmente hasta diez antes de girar para ver al hombre. Era coreano y era lo único que sabía, ya que siempre le coqueteaba en su idioma natal, no se podía quejar mucho de él con los dueños o los guardias porque era su palabra contra la del cliente-. ¿Quieres hacer algo más tarde?
Negó intentando parecer amable, el tipo tenía un extraña idea de que eran el uno para el otro por que las posibilidades de que dos hombres coreanos, gays, solteros y en los veintes se encontrarán en un pueblito de Italia, bueno, era bastante improbable que se cumplieran esas condiciones pero había pasado, para mucha desgracia de Jimin, igualmente no le hacia tanto caso porque no se quedaría mucho tiempo-. No estoy interesado.
Cuando el turno en el bar término, marchó a su hogar por la ruta que ya conocía, él y su madre habían conseguido un bonito departamento para los dos, era pequeño pero suficiente y acogedor, casi se sentía como un hogar, solo le faltaba algo más de vida al rededor.
Al llegar lo primero que noto es que habían dos copas usadas en la mesa, su madre habia tenido compañía, fue a su habitación, escuchaba el ruido del baño así que su madre aún estaba despierta, entonces hacer ruido no fue una preocupación para él, el departamento era tan pequeño que se escuchaba todo lo que pasaba allí, igual no tenía nadas que oculttar o mantener privado así que estaba bien.
Al entrar se tiro en su cama, alargando lo inevitable, esa había sido su rutina, borraba el número del mayor, se quedaba tumbado en su cama media hora después de trabajar y se levantaba para ir al bolso que le envió Namjoon, lo abría únicamente para sacar el papel con su número y volvía a agendarlo, luego de quedaba media hora más dudando en llamar o enviar un mensaje antes de resignarse, ir a comer y luego a dormir.
Decidió esta vez hacerlo un poco diferente y tomó el bolso para subirlo a la cama, no lo había revisado, cuando llegó solo tomó a Kim Jim y el teléfono, habían otras cosas así que las saco y las fue acomodando sobre la cama.
Lo primero fue la ropa con la que llegó, estaba limpia y algo arrugada por haber estado tanto tiempo guardada en el bolso, después salió su billetera, se sorprendió al ver que aún tenía dinero ahí, saco algunas cosas más que había llevado en sus bolsillos además de algunos accesorios, todo estaba tan bien guardado y eso le dio una sensación agridulce.
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Flor De Sangre
FanfictionNamjoon tenía una personalidad para cada día de la semana. A Jimin le gustaba la calma de su vida. †Escritora con dislexia. †Posibles temas delicados. †Mismas parejas que en todos mis MiniMoni