fragmentos de nosotros

Terry, Candy y el desastre llamado Karen

Terry, Candy y el desastre llamado Karen

👼 Hola, soy yo otra vez, Karen. Desde hace unos días, en lugar de gatear, consigo mantenerme de pie un poquito... un poquito, eh... digamos que lo intento. Quiero empezar a participar en la vida de la casa, pero si no camino, ¡¿cómo hago?!
Primer punto: quiero ver a dónde van mamá y papá, especialmente papá... No sé qué es, pero quiero descubrir cosas. ¡Y siempre tengo hambre!
El otro día estaba con papá y mamá frente a la chimenea; ellos estaban hablando con Dylan, y yo estaba con mi hermana colorida. En un segundo, salgo gateando del salón, abro donde mamá guarda las galletas, esas deliciosas, ¡y me las como!
Escucho las voces de mamá y papá llamándome, y luego llega ojitos lindos y dice:
"¿A que apuesto que sé dónde está? ¡Aquí está!"
Me descubre con la boca llena de galletas...
"Karen," dice mamá, "¿pero es posible que tengas que estar siempre comiendo?!"
Y papá: "¡Con Karen necesitamos cien ojos!"
Si son como los tuyos, papá, ¡vale, los quiero!
Luego hay veces en las que no quiero que papá bese a mamá, así que me meto entre ellos. Dylan dice que el sofá es el lugar de los ataques de besos, y yo, ahora que lo sé, cuando los veo allí, ¡quiero meterme enseguida entre ellos! ¿Por qué? ¡Quiero entender qué hacen con esas bocas! ¡Quiero que me besen así también! Papá es mío... un momento, mamá también es mía, así que no quiero que se besen. ¡¿Entendido?!
"Amor," dice papá, "¿por qué tengo la sensación de que Karen no quiere que nos besemos?"
Prácticamente me había trepado hasta el hombro de papá...
Mamá me miraba sorprendida.
"Digamos, Terry, que yo también tengo esa sensación."
"No se puede decir que se parezca a mí: ¡la escaladora eras tú, amor!"
"Siempre tan gracioso. Karen solo está celosa de nosotros, ¿verdad, cariño?"
Mamá, ¡eres un genio! También papá, ¡venga! De todas formas, por ahora los vigilo, ¿entendido?
Incluso nuestro perrito ya me conoce. El otro día papá lo trajo a jugar un rato con nosotros y le daba sus galletas. Papá le daba una galleta a Dream y luego cogía una de las mías para dármela. Suena el teléfono y papá va a contestar. Yo miro a Dream y él me mira a mí: ¡qué bonito es, quiero subirme encima! Está tumbado en el suelo y yo me subo sobre él. Él se queda quieto y yo, encima, le tiro de todos los pelos.
"¡Karen!" grita papá cogiéndome al vuelo, "¡pero Dream no se monta, no es un caballo!"
¿Ah, no? ¡A mí me parecía! Bueno, pero puedo tirarle los pelos, ¿verdad?
"Y tampoco se le tiran los pelos a Dream. Le haces daño y luego sufre, ¿entiendes, cariño?"

Por último, están los desastres en la cocina de mamá: vasos que vuelan, periódicos que desaparecen, platos que caen... Mamá ha sellado todo en la cocina.
Admito que soy un verdadero terremoto... y cuando termino de destrozar cosas, me quedo dormida.
Y así mamá y papá hablan...

"Candy, si necesitas ayuda, contratamos una niñera. ¡Tengo la impresión de que Karen es un poco demasiado activa!"
"No, Terence, yo era igual de pequeña... Si tú me ayudas un poquito, ya verás que puedo hacerlo."
"Yo te ayudo, amor, pero mira lo que ha hecho con la muñeca favorita de Lucy. Por ahora no se lo he mostrado: ¡le arrancó los brazos!"
"¡Yo hacía lo mismo!"
"Candy, cariño, ¡eras una asesina en serie!"
"Miss Pony nunca me hizo sentir mal por ser tan vivaz. Solo quería crecer rápido, quería experimentar todo, vivirlo... Hice tantas cosas, Terence, y Karen tiene mi misma naturaleza. Tenemos que ser más firmes con ella, hacerle entender dónde se equivoca, pero sin regañarla demasiado. Karen será una niña altruista y vivaz... prepárate: ¡nos seguirá a todas partes!"
"Sabes, amor, estoy feliz por eso. No estoy para nada preocupado: ¡Lucy y Dylan tienen otro temperamento!"
"El tuyo, Terence: tienen el tuyo... ¡Ella tiene el mío!"
"¿Será por eso que me sigue incluso al baño, igual que tú, Candy?"
"¡Hace bien: será mis ojos cuando no te vea!"
👼 Me levanto de la cuna, porque ya estaba bien despierta, y los miro...
"¡Aquí está, el terremoto de mamá! Sabes, le explicaba a papá cuánto era traviesa como tú de pequeña... cuánto..."
Y en ese momento, en brazos de mamá, siento salir ya no un pensamiento, sino una palabra hermosa... ¡Ma-má!!!
"Terry, ¡ha dicho mamá! Karen, ¿has dicho mamá...?"
Papá nos abraza a las dos, ¡muy fuerte!

Oye, ¿y este sonido? He dicho mamá. ¡No es tan difícil, entonces! ¡Karen, eres única! Me felicito a mí misma... pero está bien. No te preocupes, ojitos lindos: me esforzaré en decir también papá. ¡Prometido!
Próximamente... en esta pantalla, Karen Grandchester y ojitos lindos... ¡Papá!