Everything I Need - [Dekubaku]

11

El mundo de los humanos era mucho más interesante de lo que pensaba, ¡Había muchos tipos de sabores! Su paladar no encuentra que sabe mejor, sin embargo, las galletas de atún iba a ser siempre sus favoritas.

Izuku se tomó el tiempo para llevarlo a caminar por la playa, pudo ver distintos tipos de chozas donde venden artesanías y demás. Katsuki se quedó asombrado de ver el talento humano, las tazas, los llaveros, los bolsos, pinturas, la ropa, no puede creer que enserio lo hayan fabricado ellos.

— Entonces, ¿Lo seres humanos nacen con talentos innatos? ¿Cómo dones que le otorgan al nacer?

Izuku emitió una risita por la inocente pregunta de Katsuki.

— Es más complicado de lo que parece. Yo no lo llamaría talento sino quizás, esfuerzo y práctica. Aún que, es cierto que pareciera que algunas personas nacen con esa habilidad intacta.

— Así que, ¿Depende?

—Claro, depende. Hay algunas personas que incluso no se dedican a lo que les apasiona.

—¿Y eso porque?

— La sociedad los mata — le dijo, cuando dirigió su mirada a él Katsuki tenía su cabeza inclinada sin entender —¡No literalmente! O sea... La sociedad no les deja dedicarse a lo que son buenos por varias circunstancias.

—Oh... Se oye difícil.

—Si...

—¿Y tú para que naciste?

— Diría que para ayudar. Y quizás para el arte también — le dijo encogiéndose de hombros — ¿En tu hogar no tienen ese tipo de "talentos"?

—Bueno, en la gran ciudad...

—¡¿De Atlantis!? — gritó Izuku con un brillo en sus ojos, Katsuki puso los suyos en blanco y le sonrió.

—Si, algo parecido — dijo, escuchando un chillido de emoción del peliverde — Cada tritón y sirenas tienen una función,  que se les fue otorgada en su nacimiento, ya sea como gobernante, ciudadano, artesano. En mi caso, solo soy ciudadano.

—¿Tienen un rey?

—Una gobernante —le dijo sonriendo del jugo de naranja.

—¿La conoces?

—Solo la vi de lejos, la última vez que estuve en la ciudad, fue cuando era niño... Era muy deslumbrante, regordeta, amable con su pueblo... Una lastima que su gente sea una mierda.

Izuku miro de reojo pudo ver la expresión de tristeza en Katsuki. Ser rechazado por tu propia gente por el como naciste, debió ser algo muy doloroso. El peliverde buscó algo para levantarle el ánimo al cenizo.

—Ven, quiero mostrarte algo —le dijo agarrando su mano para llevarlo corriendo hacia unas cuatrimotos. Unos chicos lo reconocieron a excepción de Katsuki.

—¿Un nuevo amigo? Nunca te había visto por aquí — le dijo a Katsuki un joven pelirrojo. Este lo miro de pie a cabeza, se contuvo de decirle "eres muy lindo, bro" porque sonaría extraño siendo él un hombre.

—Kirishima, él es Katsuki. Es un amigo cercano ha venido a la playa de visita — indicó Izuku sacando adelante a Kacchan.

—¡Un gusto, bro! — le saludo Kirishima extendiendo su mano derecha a él. El cenizo alzó su cejas extrañado, e Izuku le susurró al oído:

—Los humanos nos saludamos estrechando con la mano derecha.

—¡Ah! Hola — dijo aceptando el saludo de Kirishima quien aludido el fuerte apretón que le dió.