Ya no sé que es lo que quieres de mi.
No sé si me necesitas vivo o muerto.
No sé nada ya.
Solo que estoy a tu lado después de todo.
Creo que eso es para lo que fui creado.
Soportarte y amarte hasta el final de mis días.
----- X -----
×Lenguaje inapr...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Se apresuró en abrir un portal a ese universo en peligro. Había pasado un tiempo desde que volvía a pasar un ataque así, sin contar las destrucciones de Error que normalmente hacía para llamar la atención de Ink. Pobre hombre.
Ahora el universo atacado fue Altertale, era una pena puesto que fue uno de los pocos que mantuvieron una ruta pacifista durante todo este tiempo.
De seguro era él, pero Dream no entendía por qué atacaría ese lugar en particular. No lo entendía, y el ver todo el caos que se estaba forzando a hacer lo dejaba más confundido.
Había mucho polvo por todas partes, Cross ya debería de estar en camino.
Empezó a correr, advirtiendo a los que aún quedaban vivos que huyeran mientras buscaba al humano, debía de decirle que reseteara la línea temporal antes de que supiera quién era el causante de todo ese daño.
Fue tarde. Demasiado tarde que solo pudo observar a una distancia prudente esa escena.
—¡¿Por qué estás haciendo esto?! —el humano tenía el polvo de su padre en manos, impotente y sin poder procesar lo que estaba pasando. —¡Él te tendió una mano cuando no tenías a nadie! ¡Pudo dejar que Toriel te matara! ¡Pero no! ¡No hizo nada! ¡Te ayudó! ¡Cuido de ti! ¡Te quiso como a un hijo! —golpeó la tierra con ambos puños, la ira era tanta que le hacía llorar.
Él solo se quedó observando con las manos en los bolsillos de su saco, manteniendo una sonrisa que era manchada por las lágrimas negras que caigan de su rostro.
—¡Killer! ¡¿Por qué?! —se puso de pie, apretando sus puños con fuerza.
Solo se escuchaban los gritos de personas y mounstros, quienes corrían buscando irse lejos de ese asesino.
—No lo sé. Solo quería oírlo gritar de dolor. Ver su polvo. Heh. —no pudo evitar pensar en Dust.
—¡Ojalá te hubieras muerto! —corrió hacía el contrario, no importaba si moría en el intento, aunque quizá y no pueda por lo determinado que estaba para matarlo.
Ahí pudo ver lo que buscaba.
Odio.
Odio hacía su ser.
No merecía ser amado por seres tan puros como ellos, y estaba feliz de que los hubiera liberado de ese pesar.
Cerró sus cuencas, listo para recibir el primer golpe del humano, mas no llegó ninguno, se sintió incluso volar por unos segundos antes de que su cuerpo tocara la nieve.
—Ya te estabas tardando. —dijo con total calma mientras se acomodaba, posando sus manos encima de su pecho.
—¿Por qué lo hiciste, Killer? ¿Por qué los lastimaste? —preguntó el guardián, quien veía con pena al rey y tenía en su cabeza las palabras del humano.