También Tengo Sentimientos [NightKiller]

6

—¡Ugh! —chocó en la unión de la pared y el piso del salón.

—Si no abres la boca, todo será mejor, ¿entendiste? —alzó el cráneo del menor con uno de sus tentáculos que se enganchó a la capucha.

—... Eres...

—Soy todo lo que puedas decir. Ahora, largo. —soltó la capucha.

—¡Vamos... M-mátame! —alzó su tórax con ayuda de sus brazos.

—Dust, será mejor que guardes silencio y te vayas sin generar más pleito. —dijo Cross acercándose un poco.

—¡Qué me mate! ¡Qué me mate! —se arrodilló.

Un tentáculo terminó de clavar su omóplato en la pared.

—¡Agh!-

—No pienso matar tu miserable alma. —se acercó a Dust, acorralándolo en el muro.

—Nightmare, es suficiente...

—Si no la miserable alma de Killer. —su sonrisa se volvió más tétrica.

—¿Q... Qué?...

El príncipe dejó de acorralar y herir al contrario y se acercó a Cross.

—Dejémosle que haga lo que quiera, ya sabe muy bien que la vida de su amigo está en sus manos. —bajó su mano hasta la contraria y se llevó a Cross a otra parte del castillo, dejando a Dust solo, recuperándose.

Había acabado una reunión en el castillo, Dust se notaba algo distante con todo el grupo, era ahora mucho más fácil de irritar.

Killer estaba ya casi besándole los pies a Nightmare, no se despegaba de él ni por un minuto, era como una goma de mascar en la planta del zapato, pero al parecer al príncipe no le importaba, seguía con sus actividades como si nada.

Dust miraba a todos, dudando con la mirada de sus compañeros. Antes de entrar al castillo había hablado con Error y Horror, diciéndole que si las cosas se salían de control, que ayudaran, eran más que Nightmare por lo que sí podrían vencerlo.

Todo eso dejó muy confundidos al glicht y al caníbal puesto que no obtuvieron más detalles.

Ya con mucho, pero mucho valor en su alma, se puso de pie y caminó hacia el medio del salón.

—¡Nightmare, infiel de mierda, aléjate de Killer! —estaba temblando.

—¿Qué? —Killer despegó su vista del susodicho y la dirigió hacia su amigo.

—Hmp... Predecible...

—¡Killer, ven aquí ahora! ¡Ese imbécil no te merece! —trataba de seguir firme, pero la mirada de todos en él le ponía aún más nervioso.

—¿Vas a ir, Killer? ¿O...? —tomó al menor por el hombro, estaba esperando a que Dust dijera el resto.

—¿De qué mierda estás hablando, polvo esquizofrénico? —se separó un poco del príncipe.

—Yo... —miraba a Nightmare, a Killer y a Cross.

—Vamos, Dust, habla, todos están esperando a que termines de hacerlo. —sin que su pareja lo notara, empezó a mover sus tentáculos terminados en punta alrededor de este.

—... Cross... Te está siendo infiel con Cross. —apretó sus puños y de inmediato activó su magia.

Killer no tuvo tiempo de reaccionar, Dust se había trazado un plan en mente, y Nightmare solo atacó.

Varios tentáculos estaban clavados en las cuencas de Dust, su mejilla, sus costillas y sus omóplatos, terminó colgando de estos mientras que Killer estaba reaccionando al empujón que su amigo le dió, se arrodilló en el piso y miró atrás suyo.

Su cuerpo empezó a temblar.

Error y Horror decidieron hacer algo al respecto, ya sabían a lo que se refería Dust, no les importaba que esa situación fuera pasional, querían ayudar a su compañero.

Dos golpes fuertes se escucharon.

—¡¿Se atreven a desafiar a mi persona?! ¡Ustedes débiles estúpidos! ¡Tienen un trato conmigo, una deuda que pagar! ¡Pensé que Error sería más inteligente que el resto! ¡Resultó siendo peor! —había dejado caer el cuerpo de Dust mientras veía como Horror estaba estrellado en la pared.

El único que pudo esquivar el ataque a duras penas fue Error, pero lo anterior hizo que los glichtes volvieran a su cuerpo al igual que el temor a su alma.

—Cross ahora será su protegido, ¿entendieron? Sí algo llegara a pasarle, ¡Todos aquí morirán! —con un tentáculo atrajo al esqueleto de cicatriz a su lado.

—¡¿Pero qué mierda estás haciendo?! —Killer se puso de pie y se acercó un paso al trono, varias lágrimas negras y cristalinas salían de sus cuencas.

—Lo que Dust quería... No quiero ver su polvo regado por todo el salón. —con uno de sus tentáculos abrió un portal hacia un lugar en el que destellaban colores neones, con otro tentáculo tomó el tobillo del agonizante Dust y lo tiró por el portal casi forcejeando puesto que Killer tomó de la mano a su amigo.

—¡No, por favor, no lo cierres! —gritó el menor arrastrándose para llegar al portal, pero fue cerrado.

—Ahora, ve a tomar tu lugar, Killer, deja de llorar.

—¡Cállate! ¡Tú! ¡Pulpo de mierda! ¡Espero que te jodan! ¡Todos pueden irse al carajo! —estaba completamente fuera de sí.

—Killer, no me hagas repetirlo de mala manera. —cruzó sus brazos.

Todos miraban a ambos, dos con temor y uno con mucha culpa, casi al borde del llanto.

—¡Hazlo! ¡Mátame!

—¡Nightmare! Perdónale la vida... —dijo Cross.

—¡Killer, lárgate ahora!

—¡Mátame, hijo de puta! —apretó sus puños.

Unos hilos azules lo botaron del castillo antes de que seis tentáculos le atravesarán. La nieve estaba entre sus ropa y rostro.

—Dust... —sollozaba siendo escuchado por la nieve. —Hijo de puta... Sobrevive...