𝚄𝚗𝚊 𝙻𝚕𝚎𝚐𝚊𝚍𝚊 𝙸𝚗𝚎𝚜𝚙𝚎𝚛𝚊𝚍𝚊「JiChen」

20.

Chenle se separó un poco del coreano, mirándolo con las mejillas pintadas de carmín.

Jisung lo atrajo de nuevo por la cintura y lo tomó de los glúteos dándole a entender que quería que enredara sus piernas en su cintura, pero el castaño se alejó completamente del menor. No quería que les llamarán la atención algún profesor.

—No, Jisung —Chenle tomó sus libros cerrando su taquilla, para luego voltearse a ver al coreano. —¿Nos vamos a clases?

—Bien —asintió pasando el dorso de su mano en sus labios para quitarse la saliva. —Adelántate, voy por mis libros.

—Está bien —dijo.

Jisung lo tomó de la barbilla y le dio un pequeño beso. Para el momento en que le iba a corresponder el beso, el coreano ya se había ido.

Suspiró confundido. No sabía lo que realmente sentía por Jisung, pero si sabía algunas cosas, y la primera era que le gustaba mucho besar al coreano, cada vez que se besaban sentía un cosquilleo en los labios. Le gustaba tener toda la atención del menor y amaba sus caricias...

Entonces se dijo a sí mismo que dejaría de pensar en todo eso y se dejaría llevar por sus sentimientos, aun si salía con el corazón roto.

—Zhong Chenle —miró el lugar de donde lo llamaron y joder no podía estar pasándole eso.

—¿Soobin? —dijo Chenle confundido acercándose al chico que se encontraba apoyado en las taquillas

—Chenle, es un gusto volver a verte después de dos años —dijo Soobin con suficiencia al ver la cara del castaño.

¿A qué clase de persona le alegraba ver a su ex pareja?

—¿Qué haces aquí? —le preguntó mirando por un momento a un grupo de chicas que miraban a Soobin y soltaba risitas. Rodó los ojos por lo infantiles que eran.

—Tuve una pelea con un chico en la Universidad —dijo escogiéndose de hombros y se acercó a Chenle mirándolo con curiosidad. —No has cambiado casi nada... —dijo mirando atentamente el vientre de Chenle.

Este se sintió un poquito apenado por la mirada de Soobin, así que abrazo sus libros.

—¿Y de todas las universidades tuviste que venir a esta? —dijo irónico. Soobin soltó una risa acercándose más a Chenle.

—No sabía que estudiabas aquí —informó, y era verdad. —Pero me alegra... Chenle, aún me gustas.

—No puede ser cierto —soltó aburrido y algo molesto. —¡No puedes venir así y decirlo como si nada!

—Pero quería decírtelo. Déjame enamorarte de nuevo, dame una oportunidad, Lele... Cuando terminamos te llamé un montón de veces y nunca respondiste —suplicó Soobin tomando las manos del castaño.

—No, Soobin —Chenle alejó sus manos. —No te importó cuando te acostaste con ese chico, no te importó lo que yo sentía.

—Lo sé, me equivoqué —se disculpó. —Solo dame otra op-

—¿En serio? Estoy embarazado —respondió molestó. —Pensé que no te gustaban los niños, como te aburría jugar con mis hermanas...

Chenle se alejó cuando vio que Soobin lo quería tomar de las manos.

—Ya cambié —menciono. —Y no me importa que estes esperando un bebé —dijo. Pero el castaño no le creyó.

—Soobin, en serio, no quiero nada contigo —replicó acordándose de sus besos con Jisung.

Chenle notó la sonrisa decaída del mayor. No se iba a sentir culpable, todo fue culpa de Soobin, solo de él.

—¿Por lo menos podemos ser amigos? —suspiró.

—Podemos ser amigos.

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Jisung miraba constantemente la puerta, ya que Chenle debió de haber llegado hace rato. Y si se había escapado de nuevo, lo iba a conocer molesto.

Entonces su teléfono vibró en su mano, abrió el mensaje y bufo.

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Renjun: ¿Ya viste con quién vino Chenle?

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Alzó la vista encontrándose al castaño riendo con un chico bastante atractivo, y sintió una pizca de celos.

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Jisung: ¿Lo conoces?

Renjun: Ya quisiera conocerlo. Es el chico de quien les hable.

Jisung: Yo no le veo lo interesante.

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Park gruño cuando el chico apoyó su frente en el hombro de Chenle.

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Renjun: Si yo fuera Chenle, le pediría a ese chico que fuera el papá de mi hijo...

Renjun: Era broma, hombre. Ya deja de mirarme como si quisieras matarme.

Renjun: ¡Auch! ¿Por qué me tiraste ese cuaderno?

Jisung: Por imbécil.

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Apagó su teléfono cuando el castaño se sentó a su lado y dejó sobre la mesa sus libros. El coreano estaba celoso, aunque le costaba admitirlo, quería preguntarle a Chenle porque entró con ese chico, pero estaba tan celoso que no quería dirigirle la palabra.

—Jisung —lo llamó, pero este se hizo el sordo. —¿Estas molesto? —el coreano ni se molestó en contestar. —¡Jisung! —Chenle se molestó cuando no le contestó. —¿Sabes qué? Jodete.

Suspiró molesto. Pero se le fue el aliento cuando Jisung entrelazó sus manos, y acarició el dorso de su mano con su dedo pulgar.

—Lo siento —se disculpó el menor dándole un apretón a su mano. —Es solo que Renjun me dejó de mal humor.

—Okey —dijo Chenle no muy convencido, pero no se molestó en preguntarle, no cuando Jisung lo tenía tomado de la mano.

—¿Me das un beso? —se acercó al castaño.

—Nos van a ver, y no querrás que tu novia se enteré... —bromeó.

—Yeseo, no es mi novia —gruño Park.

—Lo sé —Chenle juntó sus labios en un rápido beso, dejando a Jisung con las ganas. Lo supo cuando el coreano se acercó para besarlo de nuevo.