CAPITULO 31

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Al siguiente día decidieron salir a desayunar, pero no a un lugar normal, si no a McDonald's a por el desayuno del día. Hesitaste al principio pero luego pensaste en que nunca habías probado los desayunos de ahí, así que a final accediste.

Estabas terminando tu patata cuando sentiste la mirada fija de Rubius en ti. Lo miraste y parecía que estaba hipnotizado.

–¿Qué? –Le preguntaste tragando tu papá y dándole otra mordida mas.

–Tenemos que denunciarla –Dijo sin dejar de mirarte y sin parpadear.

–¿Mmmm? ¿de qué hablas? –Dijiste con la boca llena. Rubius rió por un momento, te veías como una niña.

–A Amanda –Respondió. Abriste tus ojos en sorpresa y tragaste.

–Pero...

–Te golpeo, y no fue cualquier golpiza –Sus cejas se fruncieron y su mirada se intensificó.

Tomaste tu refresco y le diste un gran sorbo hasta que se acabó, pero tu seguiste jalando, haciendo que se escuchara un "¡suuuuurp!".

–¡(Nombre) hablo en serio! –Te dijo algo molesto. Bajaste tu bebida y reíste, Rubén hizo un puchero.

–No quiero que lo hagas –Le dijiste con una sonrisa.

–¡¿Qué?! –Gritó, ganándose algunas miradas de la gente a su alrededor– ¿Por qué no? Ella te...!

–No va a servir de nada, Rubius, unos días en la cárcel no van a hacer que cambie, además, siento que no debería, siento que deberíamos dejarla en paz.

Rubius abrió su boca pero luego la cerro. Luego te miró de nuevo, estabas mirando a un niño comer su helado. Suspiró pero después sonrió de lado.

–¿Quieres uno?

Volteaste hacia el, saliendo de tus pensamientos.

–¿Un qué?

–Helado

Volviste a mirar al niño y luego a Rubén.

–¿Fui tan obvia?

–Casi babeas –Dijo entre risillas y se paró de la mesa, ofreciéndote su mano.

–Te compraré uno pero no aquí– Dijo y te sonrió– tengo una idea mejor.

***

–Thomas es muy sexy –Dijiste con una paleta de chocolate en tu boca.

Rubius alzó una ceja.

–¿Ese cara de crio? –Dijo para molestarte.

–¡Es muy guapo! –Dijiste señalando la pantalla– ¡Mírale!

Estaban haciendo una noche de películas. Habían pasado a comprar de todo: palomitas, refrescos, helado, paletas de helado, galletas, pizza, golosinas, chocolates etc. Ya habían visto la primera película, que fue El Amanecer de los Muertos. Y ahora estaban viendo The Maze Runner . Ya casi la iban a acabar, pero aún no acababan las golosinas y todavía habían rentado dos películas mas.

Acabó la película y te estiraste en el sillón. Rubius estaba en un extremo y tu estabas en el otro, te habías acostado y posado tus pies en su regazo. Subiste tu pie a su cara y con el pulgar tocaste su mejilla ligeramente.

–¡Su puta, estas helando! –Gritó Rubius quitando tu pie de un manotazo. Te empezaste a reír a carcajadas mientras te sostenías el estomago.

–¿Así que en esas estamos? –Dijo acercándose a ti.

No lo escuchaste decir eso, así que cuando se te lanzó encima y abrazó te tomó por sorpresa. Te retorciste intentando liberarte pero Rubius era mas fuerte que tu. Sus manos estaba helando también, así que las metió por debajo de tu camisa –que en realidad era de el, la habías tomado prestada– y las frotó en tu espalda. Sacaste un chillido y pusiste tus manos en su pecho, tratando de zafarte de su agarre.

–VENGANZA, DULCE VENGANZA –Dijo y luego rió.

–¡Maldito hijo de...! –Con tus pies alzaste su pantalón y lo frotaste en su pantorrilla.

Pegó otro grito y los acomodó para que el quedara sobre ti, tu acostada debajo de el.

–Dilo, se que quieres hacerlo –Dijo sonriendo pero rodando los ojos.

–VENGANZA, DULCE VENGANZA –Gritaste, segura de que los vecinos escucharon eso.

Ambos rieron y cuando recuperaron su respiración se quedaron en silencio, mirándose uno al otro. Tu camisa estaba ligeramente alzada, mostrando parte de tu estomago. Rubén se quedó mirando tu estomago, sin embargo al final lo que terminó viendo fue a su camisa una vez mas. Habías bajado tu camisa.

–¿Q-Que andas viendo, eh? –Dijiste intentando no sonar nerviosa, pero fallando.

Rubius sonrió tiernamente y bajó su rostro al tuyo, dejando un beso en tu frente.

–Tu estómago –Dijo simplemente, dejándote otro beso en tu pómulo. Empezó a darte tiernos besos por todo el rostro, en tus parpados, en tus mejillas, a las orillas de tus labios, en tu barbilla...

Su manó se posó encima de tu estomago y subió ligeramente tu camisa, para poder acariciarte el estomagó. Su mano seguía fría y su toque era suave, causando que un escalofrío recorriera tu cuerpo. Finalmente te besó en los labios, al principio era tierno y apenas se tocaban uno al otro, pero luego fue presionando sus labios mas y mas, intensificando el beso. Subió su mano de tu estomago a tu mejilla y luego hizo lo mismo con la otra, acercando mas tu cara a la de el.

Tu, pensando que no sabías que hacer, subiste tus brazos a su cuello y lo rodeaste, recordando que esto lo hacían en las películas. Rubius liberó un suspiro por la nariz, haciéndote saber que le había gustado ese gesto. Sonreíste aliviada en medio del beso y cuando Rubén lo notó también lo hizo. Eras muy inexperta en este aspecto. Bajo sus brazos a tu espalda y te rodeó con estos, pasándolos en medio del sillón y de ti con un poco de dificultad. Separaron sus labios cuando les hizo falta aire y se miraron uno al otro.

–¿Podrías...podrías besarme ahora tu? –Preguntó Rubius, algo nervioso y con las mejillas ardiendo.

–¿Eh...?

–Por favor no me hagas repetirlo –Dijo evitando tus ojos y frunciendo el seño.

Reíste y luego examinaste todo su rostro. Alzaste tu cara a la de el y le diste un beso en la mejilla, esto hizo que Rubén abriera grandes los ojos y volteara de nuevo a verte. Sonreíste y ahora besaste su nariz, luego lo besaste cerca de su oreja y finalmente en sus labios. Rubius no pudo evitar reír en medio del beso y te preguntaste si se estaba burlando de ti, pero lo ignoraste, por que te había abrazado con mas fuerza hacia el y te habías dado cuenta de que sus manos ya no estaban frías y...

Un celular empezó a sonar, mas bien el de Rubius.

–¡COÑO! –Gritó Rubius separándose de tus labios y parándose del sillón, no sin artes darte un beso en la mejilla.

Había dejado el teléfono en la cocina, así que camino hacia allí, pisando fuertemente y apretando los puños. Reíste al verlo tan molesto.

Tomó su teléfono y vio el contacto.

Era su madre.

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Holas!

Este capítulo está mas cortito :P haré el siguiente mas largo.

Bueeeeeno ¿Qué les pareció? No se escribir este tipo de *ehem* ¿escenas? o como sea. Espero y halla conservado la escénica de que era un momento tierno e intimo nada mas. Tal ves si el teléfono no los hubiera interrumpido, hubiera sido algo mas ( ͡° ͜ʖ ͡°) Pero bueno, la vida sigue :v

¿Que creen que querrá decirle su mamá aRubius? Dejen lo que piensan en comentarios :D

Subiré siguiente capítulo muy pronto, en estos días :) 

CORAZONES GAYS: <3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3 ( se me había olvidado dejarlos pero ya están de vuelta c,: )

Bais!

El Chico del Departamento de Junto // Elrubius y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora