CAPÍTULO 21

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Rubius y tú llegaron a la tienda que aun no abría. Se había ofrecido a cargar tu bolso así que él lo traía colgado del hombro. Cuando se adentraron más al lugar le pediste que te esperara un momento, tenías que ir a hablar con tu jefe. Rubius asintió así que fuiste. Cuando llegaste a la caja viste a Eduardo leyendo una revista y escuchando música con sus audífonos.

–Hola –lo saludaste. Este levantó la mirada y cuando te vio te miro sorprendido.

–¡(Nombre)! ¿Como estas? ¿Qué te ha pasado? –dijo removiéndose los audífonos de los oídos y dejando la revista sobre la mesa– El jefe me dijo que estuviste en el hospital... y con ese moretón en el ojo y las vendas que traéis lo confirmo

Reíste nerviosa y algo avergonzada– Es...una larga historia para contarla ahora...

–Me la tenéis que contar después –dijo y te sonrió gentilmente– Pasa, que el jefe te esta esperando –y con eso se hizo a un lado y te abrió la puertita, le diste las gracias y pasaste.

Cuando desapareciste por la puerta Eduardo levantó la vista y vio a Rubius, parado al fondo de la tienda mirándolo con ojos asesinos.
Eduardo le sonrió y lo saludo con la mano.

–Eh tu, youtuber, ¿se te ofrece algo? –le gritó desde la caja.

Rubius camino hacia él y cuando llego le sonrió falsamente, una sonrisa de odio.

–¿Ahora me llamaras así, cajero? –le respondió.

–¿Eso es lo que eres no? Recientemente me contaron sobre ti

–Ah vaya, me alegra oír eso

Eduardo frunció el ceño con mucha molestia.

–Repetiré mi pregunta... ¿Se te ofrece algo? La tienda aún no abre –le dijo con frialdad.

Rubius sonrió de lado– La verdad es que solo estoy acompañando a mi novia a su trabajo  –la sonrisa de Rubius se amplió aun mas.

Eduardo quedo totalmente sorprendido y abrió grandes sus ojos cafés. Luego parpadeo un par de veces y volvió a su expresión fría.

–¿Y se puede saber quién es? –le preguntó a Rubius esperando que no dijera tu nombre.

Y no lo hizo, simplemente apunto hacia algo detrás de este y cuando volteó te vio a ti caminando hacia ellos.

–Hola de nuevo –los saludaste a ambos, luego notaste la mirada de sorpresa de Eduardo y la sonrisa de superioridad de Rubius.

–¿Me...me perdí de algo? –preguntaste mirándolos extrañada.

–¿Tu? Nah, de nada –respondió Rubén caminando hacia ti, abriendo la puerta, entrando con Eduardo y contigo y pasándote el brazo por encima de los hombros- Pero el sí -dijo abrazándote más hacia él y sonriéndole a Eduardo.

Miraste a Eduardo que miraba a tu novio con una mirada que no podías describir.

–¿A qué te refieres? –le preguntaste a Rubius.

–Olvídalo –te dijo con una sonrisa- Vale pues me voy, ¿nos vemos en la estación del metro? -te preguntó.

–Ajá, está bien, te llamo –le respondiste con una sonrisa.

Luego de que Rubius volteara hacia Eduardo y le diera de nuevo una sonrisa, acercó sus rostros y te dio un largo beso en los labios. Casi te caes de espaldas por la presión que Rubius ponía en ti. Cuando se separaron lo miraste con los ojos bien abiertos y con un leve sonrojo en tus mejillas, pero al final sonreíste.

–¡Nos vemos! –se despidió de Eduardo, caminó hacia la salida y se fue.

De inmediato volteaste hacia Eduardo.

El Chico del Departamento de Junto // Elrubius y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora