•Historia de un Taxi• (Adaptada)

•Capitulo nueve•

10:34am

-¡Mierda!.-gritaron al unísono los pasajeros de mi auto, menos la señora Alicia. Yo, estaba más serió que nunca.

-¡Hermano tu vida apesta!.-exclamo Luis. Sonreí, si supiera.

-Nada de eso.-le asegure.

-¿Cómo que no?.-dijo el chico perplejo.- ¡Te acostaste con la hermana de TU esposa!.- yo solté una carcajada.

-Me vas a disculpar... pero la tal Sharon no es tan santica que digamos.-dijo María dirigiéndose a Luis. Yo, no pude aguantar y solté otra carcajada.

-Pero igual...

-Pero nada.-lo interrumpió la muchacha.-Ella es una bruja... y Julian ama a Oriana.

-¿Cómo lo sabes?.-le pregunto Luis entrecerrando los ojos.-¡Tienen un día de a verse conocido!.

-Hombres.-dijo la muchacha sacudiendo la cabeza.-No puedo creerlo, ¿Eres ciego?.

-Mira niña por..

-¡Ya!.-les grite callándolos a los dos.

-Niña tonta-murmuro Luis.

-Burro.-murmuro María. Sacudí mi cabeza, esto era insólito.

-¿Entonces... que hiciste?.-me pregunto la señora Alicia ignorando a los dos adolescente. Yo, la mire por el retrovisor. Y asintiendo, continúe.

-Fui hacer mi trabajo y pues...

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¡Eres un imbécil!, ¡Eres un imbécil!. Se repitió varias veces en su mente, mientras se acercaba a su casa. De todas las mujeres del mundo se tenía que acostar con la hermana de su esposa. Suspiro tres veces y conto hasta 10.

Orillo el carro enfrente de su casa, se bajo y cerró la puerta de un portazo. Quería darse una ducha bien fría y cambiarse de ropa... pensar en que iba a hacer.

Cuando entro consiguió la casa un poco desordenada, para ser Sharon; ya que está era una loca con el orden y la limpieza. Sin hacer caso del desorden, subió a su habitación y una vez adentro no podía creer lo que sus ojos estaban viendo.

El maldito con el que Sharon le estaba siendo infiel, estaba enredado en la cama con su esposa. Entro y tomo la puerta, contando tres la tiro dando un portazo.

Sharon y el malnacido se sobresaltaron a escuchar el golpe de la puerta, la... SU mujer andaba toda despeinada y con los labios hinchados. La muy zorra tenía un chupón en el cuello ya que su piel era de un tono carne y se le podía notar cualquier cosa.

-Disculpen por interrumpirlos pero necesito trabajar.-dijo Julian en un tono seco. El hombre y Sharon estaban con ojos como plato. Julian ignorándolos abrió las gavetas saco ropa interior, luego se dirigió al closet sacando ropa nueva y así se metió en el baño dándole la espalda a... ellos.

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-¡Maldita sea!.-murmuraron al unísono.

-Tienes que irte... ¡ahora!.-le dijo Sharon levantándose de la cama con la sabana tapándola y abriendo la puerta.

El hombre se levanto de la cama, recogió la ropa del piso y se las puso, sin dejar de soltar unas maldiciones. Cuando termino se dirigió a la puerta pero antes de irse, se giro y le dio un largo beso a Sharon.

-Nos vemos.-le dijo sonriendo.

-Si, ahora vete.

Sharon estaba desconcertada, Julian no se estaba comportando como un marido normal. Ya que un marido normal le hubiera gritado y... suspirando con obstinación fue al baño de abajo y se ducho. ¡¿Por qué a ella?!.

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~Sky~