•Historia de un Taxi• (Adaptada)

•Capitulo catorce•

Dos semanas después.

-Gabriel... quiero el divorcio.-dijo Oriana sentada en la mesa con su esposo. Este la observo con ojos como plato.

-¿Qué estás diciendo?.-preguntó perplejo.

-Qué me quiero divorciar de ti.- Oriana podía sentir la furia de Gabriel creciendo con cada segundo que pasaba.

-No puedes hacer eso.-dijo entre dientes.

-Claro que si.-lo desafío la muchacha.

-¿Por qué? ¿Conseguiste un amante?.-pregunto Gabriel riéndose. Ella entrecerró sus ojos.

-Si, y mucho mejor que tú.-Gabriel paro de reírse y la observo con el ceño fruncido.

-¡Eres una zorra!.-le grito. Oriana estaba cansada de escuchar insultos por parte de un idiota.-¡Como puede ser posible que me seas infiel!... ¡Después de todo lo que hecho por ti!.-siguió gritando perdiendo el control. Tiro la mesa de un golpe. La muchahca se armo de valor, no iba a permitir que la asustara.

-Claro... tu sí puedes serlo ¿verdad?, pero los demás no pueden.- Gabriel la observo con ojos como plato.

-¿De que estás hablando?.

-¿De qué?, sabes de qué te estoy hablando.- Oriana se levanto de la mesa y alzo la barbilla desafiándolo.-Te vi con una puta en un bar, besuqueándote.- Gabriel la observo con furia y luego se rio.

-Hay cariño... eres tan inocente.- Oriana junto sus cejas. Al parecer Gabriel se estaba volviendo loco.

-¿Qué quieres decir?.- Gabriel se sentó en el mueble y la examino como un lobo feroz.

-Esa que llamas "puta".... Es tu hermana.

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-¿Cómo qué quieres el divorcio?.- pregunto Sharon perpleja cuando vio los papeles en la mesa.

-Tú no me amas, yo no te amo. ¿Para qué seguir juntos?.- dijo Julian con aire de indiferencia.- Además todos los días sales con tu amante... qué más da. Solo firma.

Sharon no podía creerlo, si le gustaba estar con Gabriel pero... ella seguía sintiendo algo hacia Julian. Dios mío, estaba muy confundida.

-Julian... yo...

-Sharon por favor.-dijo interrumpiéndola.-Has algo por mí, por una vez en tu vida.-Sharon se le escaparon unas lagrimas. Su marido se había enamorado de otra, sentía un nudo en el estomago.

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-¿Qué estás diciendo?.-pregunto Oriana con un nudo en el estomago.-¡¿Cómo que te acostaste con mi hermana?!.-grito está desesperada. La muchacha sentía ganas de vomitar... estaba así desde hace dos semanas.

-¿Estás bien?.- pregunto Gabriel acercándose, Oriana lo aparto con un movimiento brusco.

-No me toques.-La muchacha lo observo con furia, no le iba a decir que llevaba dos semanas de embarazo.-¡Quiero el divorcio ya!.-Gabriel la miro con furia.

-Ahora no es tiempo de eso... estás pálida y...

-¡Gabriel quiero el divorcio!.-grito la muchacha.

-¡No!.-grito el chico.-¿Quién es el maldito?.- Oriana no era tan estúpida para responderle.

-¿Qué te importa?.- Gabriel la miro con furia.

-¿Quién es?.- Ella se rehusaba a contestarle -¡Maldita sea Oriana! ¡Dime de una vez!.-grito el chico. Ella lo observo, luego llamo a la señora de servicio para que trajera los papeles del divorcio y se los tiro, literalmente.

-Firma.-Gabriel estaba desesperado.

- Oriana por favor...

-Firma.

-No.

-¡Maldita sea Gabriel! ¡Firma de una vez!.-le grito la muchacha desesperada a punto de romper en llanto.- ¿Qué quieres de mí?.-dijo sollozando.-¡Por Dios Gabriel!, deja de pensar en ti por una vez en tu vida.

Gabriel aparto la mirada y no dijo nada. La chica con obstinación y con todas sus esperanzas destruidas le dijo:

-¿Sharon sabe qué eres mi esposo?.-Gabriel sacudió la cabeza dando un "no" como respuesta. Oriana asintió. -¿Por qué no se lo has dicho?.-Su esposo no decía nada.-¡Gabriel responde!.- La muchacha con amargura, salió de la sala dirigiéndose a la habitación de invitados, rompiendo en llanto.

El embarazo la ponía así... sus emociones estaban descontroladas. No podía creer que Gabriel fuera tan egoísta. ¿Ahora qué le iba a decir a Julian?, ella no le había dicho nada, esperando el divorcio para así decirle las dos cosas de una vez. ¿Por qué Gabriel se lo hacía tan difícil?, él no la amaba, nunca la amo. Estaba tan confundida.

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-¿Por qué no me dijiste que tenías una hermana?.- Sharon abrió los ojos como plato.

-¿Cómo sabes que tengo una hermana?.- Julian tomo los papeles del divorcio ya firmados, y los guardo en una maleta. Se iba a mudar de esa casa, por una vez en su vida... se sentía en paz.

Julian la observo por un rato.

-Porque tú hermana... me lo dijo.-contesto el moreno con aire indiferente. Sharon arrugo la frente y se acerco a Julian. El moreno podía ver en los ojos de la muchacha la furia que sentía en estos momentos.

-¿Y cómo se supone que conoces a mi hermana?.-dijo en un tono frío. Julian sonrió.

-Hemos estado saliendo casi tres semanas.- Sharon abrió la boca, literalmente. Tomo el florero que tenía a un lado y se lo lanzo a su, ahora, ex-espoxo. Este, lo esquivo.

-¡¿Cómo te atreves?!.-gritó la muchacha histérica, sin dejar de lanzar cosas. Julian estaba furioso, así que la agarro por las muñecas quitándole un retrato de ellos en su boda y tirándolo.

La observo con una mirada tan fría que a Sharon le dio miedo, nunca antes había visto a Julian tan bravo.

-Escúchame bien...-comenzó a decir.- No tienes ningún derecho de reclamarme nada, porque si mal no recuerdo; tú, trajiste a tu amante a nuestra casa y te acostaste con él, en lo que era ¡Nuestra cama!.-grito el moreno explotando.-Así que no me vengas a decir, ni a insultarme nada... porque no tienes ningún derecho... Lo perdiste hace mucho tiempo.

Sharon lo observo con ojos como plato y con lágrimas corriendo por su mejilla. Ella se acerco a Julian para agarrarlo por su hermosa cara y poder besarlo, pero el moreno se alejo bruscamente. Estaba echando chispas.

-¡No te me acerques, Sharon!.-le grito con furia.- Quiero que lo entiendas... No te quiero volver a ver y quiero que me dejes en paz... Amo a Oriana más que a mi vida.-Sharon sentía que algo se rompía en su interior, mientras un odio crecía dentro de ella. Odiaba a su hermana, más de lo que ya la odiaba. Siempre era lo mismo con ella, siempre le quitaba todo lo que quería y amaba.

Primero a sus padres, no dejaban de consentirla y a ella nada más, mientras que a Sharon la ignoraban. A sus amigas, pensaban que ella era genial, y siempre pedían jugar con ella... mientras que a ella, nadie le pedía jugar. Luego cuando tuvo su primer novio, este la dejo por su hermana y aunque Oriana se negara a salir con él, igual la odiaba.

Julian podía ver el odio en los ojos de Sharon, pero no entendía porque detestaba a su hermana. Por Dios era de su sangre.

-Si, te vas con esa puta... te juro que me las vas a pagar, Julian-le amenazo la chica. Julian entrecerró los ojos, luego se acerco a ella hasta quedar frente a frente.

-Le haces algo a Oriana.-le dijo el moreno con una mirada fría.-Y te juro que no me va a importar que seas mujer.-la advirtió. Sharon sonrió.

-Ya lo veremos.

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~Sky~