𝐁𝐄𝐘𝐎𝐍𝐃 𝐓𝐇𝐄 𝐌𝐀𝐒𝐊

THE MEETING- 26

                           JENNIE'S POV

“Ay, ya Jenn. No te hagas del rogar.” Jisoo se inclinó un poco hacia mí, su sonrisa burlona apenas ocultando su curiosidad. “Dime, ¿por qué amaneciste en el mismo sofá que Lisa?”

“Ugh, Jisoo. No hagas preguntas estúpidas. Mi mente está en otro lado,” respondí, tratando de sonar indiferente mientras mantenía los ojos en la carretera.

“¿En otro lado? ¿Como en qué?” insistió, aunque esta vez su tono era más intrigado. Se recostó en su asiento, cruzando los brazos, claramente esperando una respuesta más sustanciosa.

“Como en que hoy es el primer día de trabajo de Dyanne y toda esa nueva bola de ridículos que se unieron,” dije finalmente, apretando un poco el volante.

“¿No se supone que hoy había junta?” preguntó con una ceja levantada, su confusión evidente mientras giraba un poco hacia mí.

“Ese es el problema,” suspiré profundamente. “Ellos van a estar ahí.”

Jisoo soltó una risa corta, burlona. “¿Y qué? ¿Dyanne planea tomar el control del universo o algo así?”

“No lo sé, pero seguro intentará hacer algo molesto,” murmuré.

Jisoo me lanzó una mirada, pero no dijo nada más. El silencio se asentó entre nosotras, pesado pero cómodo, mientras seguía conduciendo.

“No es como que te pueda hacer algo, eres la jefa de toda esa bola de idiotas.” Jisoo habló con tranquilidad, pero yo simplemente guardé silencio.

Sin decir más, me estacioné en el lugar de siempre y apagué el auto. Tomé mi bolso y salí sin mirar atrás. Jisoo, como siempre, me siguió al mismo ritmo, cerrando la puerta del coche con un leve golpe.

“Buenos días, señoritas,” saludó el portero con una sonrisa cortés mientras abría la gran puerta de vidrio del edificio para nosotras.

“Buenos días,” respondí con indiferencia, mientras seguía mi camino hacia el lobby, sintiendo el aroma a café recién hecho y escuchando el suave murmullo de conversaciones al fondo.

“Buenos días, ¿cómo estás hoy?” Escuché la voz alegre de Jisoo detrás de mí, dirigiéndose al portero. Después de unos segundos, el eco de sus tacones se apresuró a alcanzarme.

“¿Qué vas a pedir de desayuno?” preguntó con entusiasmo, su tono animado contrastando con mi estado de ánimo. “A mí se me antoja leche con chocolate y galletas.”

“Meh, no lo sé. No tengo apetito,” respondí con una voz plana.

Caminamos en silencio por el pasillo decorado con plantas minimalistas y paredes de cristal que reflejaban la luz matutina. Cuando llegamos al elevador, presioné el botón y esperamos mientras las puertas metálicas emitían un leve pitido al abrirse.

Entramos, y la cabina estaba vacía, lo que me dio un respiro. Mientras el elevador comenzaba a subir. “¿Qué hiciste con Rosé anoche? Se supone que deberías haber dormido conmigo,” pregunté, cruzándome de brazos y recargando mi espalda contra la pared del elevador.

“¿Ah, qué? ¿Celosa?” respondió con una sonrisa traviesa, dejando escapar un pequeño suspiro antes de continuar. “Nada en realidad, solo hablamos de lo que sentimos. Según ella, siente lo mismo, pero piensa que es muy rápido, así que… vamos lento.”

“Te lo dije. Eres muy intensa,” murmuré, levantando una ceja mientras la veía.
Jisoo soltó una risa suave y miró el techo del elevador por un momento. “Tal vez, pero al menos soy clara, no como otras personas que necesitan un empujón para dar el primer paso.”