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Tzuyu se apoyó en el marco de la ventana, observando las luces de la ciudad desde el lujoso apartamento de Somi. Era una vista increíble, pero a ella no le importaba. Todo lo que veía era el reflejo de su propio vacío.

-Creo que ya estoy mejor -dijo en voz baja.

Somi, sentada en el sofá con una taza de té en las manos, soltó una risa seca.

-No, no lo estás.-

Tzuyu frunció el ceño y la miró de reojo.

-Claro que sí. Ya no estoy bebiendo, ni con cualquiera... estoy bien.-

Somi dejó su taza en la mesa con un golpe suave.

-Escucha, tú crees que ya estás superándola porque dejaste de hacer estupideces, pero eso no significa que hayas pasado la primera fase. Sigues en negación, Tzu.-

-Eso no es cierto.-

-¿Ah, no? -Somi cruzó los brazos-. ¿Todavía piensas en ella al despertar?-

Tzuyu apretó la mandíbula, desviando la mirada.

-¿Todavía la buscas en todos lados?-

Silencio.

-¿Todavía te dices a ti misma que tal vez, solo tal vez, todo esto es un malentendido y Jihyo va a volver a ti?-

Tzuyu sintió un nudo en la garganta.

Somi suspiró y se puso de pie, caminando hasta ella.

-La primera etapa es la negación, Tzu. No quieres aceptar que esto realmente terminó. Te dices que no importa, que solo necesitas un poco de tiempo, que tal vez Jihyo aún te ama y que si haces las cosas bien, ella regresará.-

-No es tan simple -susurró Tzuyu.

-Exacto. No lo es. Por eso vamos a trabajar en esto. Vas a enfrentar la verdad.-

-¿Y cuál es la verdad según tú?-

Somi tomó aire y la miró con seriedad.

-Que Jihyo te dejó. Que no volverá. Y que tú tienes que aprender a vivir con eso.-

Tzuyu sintió cómo su pecho se apretaba con dolor.

-No puedo...-

-Sí puedes. Pero primero, tienes que admitirlo.-

Tzuyu bajó la cabeza.

Jihyo no volvería.

No importaba cuánto la amara, cuánto la deseara de vuelta.

Jihyo no volvería.

Y en ese momento, con los ojos vidriosos y el corazón encogido, Tzuyu supo que Somi tenía razón.

La primera fase había comenzado.

°•○●°•○●°○●

Tzuyu despertó con el mismo vacío de siempre. Había pasado una semana desde que decidió intentar cambiar, desde que le prometió a Somi que intentaría salir del agujero en el que había caído. Y, en teoría, lo estaba logrando. No había vuelto a beber hasta perderse, no había pasado la noche con nadie más y había regresado a su rutina. Pero había algo que no cambiaba.

Cada mañana, al abrir los ojos, su primer pensamiento era Jihyo.

Suspiró y se sentó en la cama, frotándose el rostro. Miró de reojo su mesita de noche. Allí estaba el collar. Ese maldito collar que Jihyo le había devuelto en el peor momento posible, con una frialdad que aún le quemaba.

No lo tiró. No lo guardó en un cajón. No hizo nada.

Simplemente lo dejó ahí, como si algún día Jihyo fuera a regresar y decirle que todo había sido un error, que Sunbin no significaba nada, que aún la amaba.

Tzuyu's first love (Jitzu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora