Not O̶n̶l̶y̶ Mine

29

Capítulo 29

Cita secreta

Minseo

Caminé viendo en todas las direcciones posibles de vez en cuando. Esta era la primera noche en la que Hyunjin y yo teníamos una cita normal sin Jun.
Lo habíamos planeado desde hace un tiempo y, de alguna manera, siempre terminábamos en algún lugar para niños, con Jun recostado en el asiento trasero del carro de Hyunjin al volver a casa.

Pero esta noche Jun había estado lo suficientemente cansado para acompañarnos, y la niñera estaba libre.

Quizá había exagerado un poco con el vestido que había decidido usar. Era el vestido más corto y bonito que tenía dentro de mi armario: color crema, liso y brillante, con tirantes finos que dejaban mis hombros completamente descubiertos, un escote recto y ligeramente ajustado a mi cuerpo. En conclusión, resaltaba todo lo que tenía para mostrar sin revelar demasiado.

Hyunjin y yo habíamos estado haciendo todo tipo de cosas para no ser descubiertos por los fans o los sitios de chismes en internet. Esta noche estaba usando una peluca rubia que llegaba hasta mis hombros.

Me quedé en la entrada del cine, buscando con la mirada a Hyunjin. Ambos llegamos por separado y fingimos venir por nuestra cuenta. Incluso con nuestros disfraces, era fácil reconocerlo. Al verlo de pie cerca del mostrador, me acerqué lentamente, manteniendo nuestra distancia.

No creía que fuera tan fácil para Hyunjin encontrar algo con lo que lograra pasar desapercibido. Incluso cuando llevaba mascarilla, las personas sabían que era él. Aun así, la combinación de la mascarilla y la gorra nos había salvado incontables veces.

—¿Vienes solo esta noche? —pregunté con una sonrisa juguetona—. Estaba esperando por un chico, pero parece que no vendrá, y no me gustaría que la entrada simplemente se perdiera.

El brillo travieso apareció en los ojos de Hyunjin. Se sacó los lentes y los dejó sobre su gorra.

—¿Te dejó plantada? ¿Sin ninguna explicación?

Sus manos encontraron su lugar en mi cintura, acercándome a su cuerpo.

—Lo llamé hace un rato, pero no creo que venga, honestamente.

—Parece que ambos estamos en igualdad de condiciones. La chica por la que estaba esperando... —una de sus manos fue hasta mi barbilla, sosteniéndola—. Parece que ella tampoco está llegando.

—Quizá en verdad tengo suerte hoy. Cuando te vi, no creí que estuvieras solo. Un chico como tú no podría estar solo, eso fue lo que pensé mientras me acercaba a ti.

—Tienes razón. —Hyunjin sonrió con picardía—. Cierta castaña de ojos grandes, con ese bonito lunar cerca de la punta de su nariz, simplemente no sale de mi cabeza. Puedo ver esa película contigo, pero alguien más ya tiene el título de esposa, así que no te sientas muy afortunada.

Le di un ligero golpe en el pecho y besé su mejilla.

—¿Qué opinas? ¿Me queda bien el rubio? Estaba pensando en teñirme el cabello, hay muchos colores que quiero experimentar.

Soltó un suspiro, bajando su cabeza hasta la altura de mi oreja.

—Lo que realmente te queda es este vestido, ángel. ¿Quieres causarme un ataque al corazón? Desde que te vi, mi mente se quedó estancada en todo lo que podría hacerte mientras usas este vestido —susurró en mi oído.

Volvió a su posición anterior y me dio una sonrisa.

—Hablando del tono de tu cabello... —tomó un mechón de la peluca entre sus dedos—. Creo que con el rubio te verías malditamente hermosa.