|𝟬𝟬𝟯| 𝗔𝗹𝘄𝗮𝘆𝘀 𝗶𝗻 𝗮𝗻𝗴𝗲𝗹, 𝗻𝗲𝘃𝗲𝗿 𝗮 𝗴𝗼𝗱

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Narrador Omnisciente

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Narrador Omnisciente

30 de abril de 2017

Circuito de Sochi, Rusia

Día de la carrera

Toda la semana Lena había tratado de ignorar a Max y solo lo había visto en las entrevistas del sábado, pero realmente lo último que buscaba era estar cerca de él, aunque los medios no estuvieron muy contentos con ello.

Aun así el equipo de comunicaciones de ambos equipos se había tomado un breve descanso al no tener que salir en defensa de los dos pilotos o por lo menos eso creían cuando en las pantallas se enfocaba el momento justo en dónde el Red Bull de Max le chocaba la parte trasera del monoplaza al Toro Rosso de Helena.

Instantes atrás, Lena había rebasado a Max para pelearle el quinto lugar y Max en un ataque de querer rebasarla, en una de las curvas frenó tarde y su monoplaza terminó estampado con el de la española. Ahora los dos se encontraban fuera de la carrera y a cierta castaña no le había agradado para nada.

Lena salió de su monoplaza en el momento en que su ingeniero le informó que ya era seguro salir. Ya fuera de su monoplaza se quitó el casco con fuerza y lo tiró al suelo para acercarse a grandes zancadas hacia el rubio que estaba saliendo de su Red Bull.

—¡¿Qué mierdas te pasa por la cabeza?! —Sin esperarlo, Max había sido empujado por la española que se veía roja del coraje—. ¡Casi me matas, imbécil!

Max no dijo nada y eso logró enfurecer más a la española. ¿Es que acaso no iba a siquiera disculparse?, pensó Lena.

Y es que una cosa eran esas peleas tratando de sacarla de la pista o leves roces, pero nunca un choque de tal impacto que terminara arruinando la carrera de ambos.

—¡Di algo, idiota! —le dio otro golpe en el pecho, pero Max seguía sin decir nada y ni siquiera podía ver sus ojos porque seguía teniendo la visera del casco abajo.

Max seguía parado ahí, pero cuando vio que Lena le iba a dar otro golpe la tomó de la muñeca y la jaló para empezar a caminar hacia los comisarios que los esperaban para ver qué se encontraran bien, pero que habían mantenido su distancia al ver la reacción de la española.

—¡Suéltame! —Lena se zafó, pero Max en un rápido movimiento la cargó como si de un costal de papas se tratara y empezó a caminar mientras los gritos de la castaña se escuchaban para las personas que estuvieran cerca.

Ya alejado un poco de todos es que decidió bajarla y en definitiva la castaña no estaba contenta con su atrevimiento.

—¡Puedes dejar de comportarte como un imbécil y ya hablar! ¿Si entiendes que pudimos morir por tus tonterías? ¡¿En qué rayos estabas pensando?!

Max fastidiado se limitó a rodar los ojos mientras se quitaba el casco y la balaclava.

—¡Deja de ignorarme!

𝗦𝗼 𝗜𝘁 𝗚𝗼𝗲𝘀...¹ [ᴹᵃˣ ⱽᵉʳˢᵗᵃᵖᵖᵉⁿ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora