La ilusión de los invidentes

Fragmento celeste

...pero cuando llegue, tal vez ya era muy tarde...la vida despegaba...

Las miradas de las personas dicen tantas cosas sin palabras y escriben tantos versos sin letras ni temor de ser corregidos o, sobretodo, criticados por alguien mas. Una mirada puede cambiar el mundo de alguien, de cualquier persona, incluso de las que tienden a esconder lo que sienten por temor a lo que los demás digan. Sin embargo, esta no es una historia de como 2 personas se conocieron y emprendieron un viaje como muchas otras, sino de como crecieron con el tiempo, como relacionaron cada momento con los recuerdos de cada cual y de como la vida los hizo reflexionar acerca de la manera de ver el mundo antes de que este se despedazara.

En una noche, una llena de luces en el cielo de tinta celeste, con ráfagas de viento que coloreaban los grandes y artificiales soles de los fuegos pirotécnicos de aquel día que se apagaba, la gente miraba a su alrededor, tal vez buscando a alguien que habían visto o, simplemente, siguiendo las acciones de los demás pero algo habría de ocurrir aquella noche que nadie vería. Dos fieles amantes cobijados bajo el velo de la noche mientras sus tersos besos era la lumbre de una fogata personal que, por el momento, no llegara a menos de un incendio.

Tal vez me creas tonta por preguntar algo como esto... - pregunto vacilante una chica de cabello color castaño a la sombra de un joven de pelo color nuez - ¿Que es lo que sientes con cada beso que sale de estos labios?

¿Alguna vez has probado la luna y las estrellas? ¿Te has hundido bajo el mar que tenemos sobre nosotros? - sentándose junto a ella y acurrucando su cabeza sobre su hombro, dijo: - Saben a la luna llena del manto que cubre los entes flotantes y brillantes...

A veces... - interrumpiendo - siento que sabes cosas que yo nunca entenderé y mucho menos sabré.

Tal vez es parte de cada quien ponerse filosóficos a veces...

Tonto...No te alejes nunca, ¿Quieres?

¿Por que habría de hacerlo siendo que en ti tengo todo y, a la vez, nada?

¿Hm?

Si, no hay ninguna cosa material que pueda remplazar, no a ti, sino lo que siento por ti. Ni la dulce lluvia que a veces cubre mis heridas y lava la sangre de las mismas, ni tampoco el dulce viento que sopla en Otoño acompañado del cielo que arde y lo cobija todo... - acercandose a sus labios y mirándola a los ojos - Si mis sentimientos cambian por ti algún día, hazme saber que ya no soy parte de ti.

Sabes...tal vez ya no quiera despertar - dijo ella mientras lo abrazaba fuertemente - para lo único que lo haría seria para que mis ojos se encontraran con los tuyos y vigilara que sigues aquí... - cerro lentamente los ojos.

Me gusta embriagarme de ti. ¿Por que habría de irme?

Por que cuando te vayas, no me quedaran mas que fotos y recuerdos tuyos. Tu voz grabada en mi mente, tus labios tatuados sobre los míos y mis lagrimas que tus ojos lloraran...

Al pasar de la noche, el redoble de tambores de ambos corazones se convirtió en el arrullo del otro para poder dormir entre los brazos de cada quien, escuchando la perfecta melodía como el "tick tack" de un reloj, la chica de cabello castaño pudo ver, entre las sombras que se esconden en los sueños, el resplandor de la persona que amaba por siempre, para siempre, cobijando su paso, protegiéndola, segura de si, mientras el siguiese arrullando y velando su dulce sueño. El astro blanco los miraba, sabia lo que el tiempo les aguardaba pero debía guardar sus secretos para contarselos a alguien mas en otro momento.