Antes de la tragedia, Blanca iba a bailar a los discos más famosos de Londres: El Cielo, El Divino, Sky Ranch. Luego de mudarse a la Capital cambió el pop por la música electrónica. Blanca quería ser parte de la moda actual. Compraba ropa de las mejores marcas, llevaba al límite sus posibilidades económicas para codearse con el Londres VIP. Su padre le pedía que gastase menos, su sueldo no daba para tanto pero la misma insistía y era muy caprichosa. Ella moría por aparecer en las fotos de las revistas y tener el cuerpo más lindo con las medidas 90-60-90 y también para que las demás la envidiaran, soñaba con tener la vida de las modelos que veía brillar en el Open Plaza, el bar que frecuentaba y que era el centro de la noche fashion de los años 90. Pasado el tiempo, de algún extraño modo, el sueño se le cumplió. Se creyó una celebridad.
La mañana del 25 de marzo, dos días antes del crimen, Diana encaró al dueño de la casa donde vivía para preguntarle si había pasado algo maligno en el departamento. "Hay olor a muerto, se escucha como si bajaran las escaleras y cuando te asomás no hay nadie. Las cosas cambian de lugar, desaparecen. Las frutas se pudren en la heladera de un día para el otro. ¿Murió alguien acá?".
El dueño se sorprendió. Una chica tan correcta como Diana no podía estar hablando en serio. Pero sí, y algo más: "Si escuchan ruidos raros no se preocupen", le anticipó, "vamos a purificar la casa. Los tres: papá, Blanca y yo".
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Las hermanas Morrison
ParanormalEl jueves 27 de marzo del año 2000, Blanca Morrison presenció cómo su padre recibía –de pie y en absoluto silencio- más de cien puñaladas de parte de su hermana Diana, quién hasta esta mañana era una alumna ejemplar en la universidad de Londres. Vi...