Puedo vivir sabiendo que no me quieres, puedo vivir sabiendo que una parte de ti me odia y que la otra me ha olvidado, puedo vivir sabiendo que amas alguien más, que estas a su lado y no al mío, y ¿sabes por qué? ¿De dónde saco las fuerzas necesarias para soportar todo ello? Porque, así como estoy consciente de todo eso, también sé que me amaste. ¡Sí! Me amaste. Con un amor intenso; apasionado y tierno a la vez. Que fueron de mis labios tus besos, que fue en mi cuerpo la culminación de tu éxtasis y que fue en mi corazón desbocado, donde tu corazón trastornado encontró un refugio, un hogar y compañero. Que sentías miedo y placer por amarme. Que fui para ti lo más importante, lo más hermoso, lo más perfecto. Que fui tuya y fuiste mío. Que una parte de mi se fue contigo, y late presente dentro de tu pecho frio y oscuro, que una parte de ti vive conmigo. Que fui tu inspiración y tu anhelo, quien calmo tus miedos y tu dolor. Que tus brazos me dieron su calor; que te entregaste a mi sin condición. Que aunque el amor nos une, la vida nos separa. Y por eso, cuando siento dolor por tu partida, porque compartas tus dichas con alguien más, recuerdo que fuiste mío y que me amaste, y eso, amor mío, nadie me lo podrá quitar jamás, pues lo hecho no puede ser cambiado.
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Lettres manquantes
RomanceSiempre hay palabras que por más que moramos por decir se nos quedan atoradas en la garganta; por eso he decido escribirte las cosas que nunca podré decirte.