Querido W:
He aquí las palabras que ya jamás te podré decir, porque inevitablemente nos perdimos y estamos tan rotos que ya no podemos recuperarnos...
No voy a perder el tiempo en cordialidades como preguntarte como has estado, porque francamente no me interesa.
La única historia tuya que interesa es la que hace muchos anocheceres escribimos juntos.
Fuimos un cuento tan breve como intenso, como una montaña rusa que andaba demasiado rápido,con subidas que nos hicieron gritar de la emoción y sentir un vacío en el estómago, y bajadas repentinas que nos tomaron desprevenidos.
Todas las heridas que nos infligimos mutuamente ahora son cicatrices que retratan en nuestra piel los momentos que compartimos juntos.
Y cuando tomamos caminos separados te llevaste pegado a la suela de tus zapatos un trozo de mi alma, que sé bien que nunca va a volver, porque siempre te perteneció y sólo estuvo esperando a que vinieras por el.
Eres mi mejor error, pero si algo he aprendido es que de las malas decisiones salen las mejores historias.
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Lettres manquantes
RomanceSiempre hay palabras que por más que moramos por decir se nos quedan atoradas en la garganta; por eso he decido escribirte las cosas que nunca podré decirte.