g.

196 27 2
                                    

Construyamos una casa

donde no existan los gritos,

ni los que se escuchan,

ni los que se callan.

Un casa donde sentirnos seguros

de cualquier tormenta,

que nos proteja de ella,

que nos abracen sus paredes

y donde podamos 

pintar sonrisas.

Una casa sin miedo

a vivir.

poemas sin sentidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora