El Juego Entre Miradas

30: Cerrar ciclos

Can't help falling in love (Elvis Presley)

Zoé 🌷

Emily ha vuelto.

Y estoy completamente feliz de que ella haya vuelto,

Y volvió renovada, segura, y feliz que es como yo deseaba verla. Claro que he tenido que compartirla con Jasón, ya que no la deja sola ni un segundo el muy intenso.

Emily se mudó de nuevo con nosotros ya que dijo que quería pasar el mayor tiempo posible, y su padre accedió sin ningún problema, desde que se mudó hemos estado hablando hasta la madrugada, Emily, la cual ya se graduó tiene mucho tiempo libre y a mí me faltan unos cuantos meses para ya salir de la universidad también, así que aprovechamos a hablar y a contarnos todo lo que sucedió durante estos años.

Yo le actualizo de mi relación con Jake y ella de su vida y de cómo la pasó en terapia, cada vez que me cuenta puedo observar un brillo en sus ojos que antes no tenía, pero que me demuestra lo feliz que se volvió y como eso nos contagia a los demás.

—Zoé, ¿ustedes dos ya tuvieron...? —me preguntó un día.

Me sonrojé.

—Mhm —dijo con las mejillas rojas.

Me sonrió y me abrazó.

—¡¿Y cómo fue?!

Y así tuve que contarle todo con detalles.

Lo bueno es que hemos vuelto a ser cuatro en esta casa, tal y como debe ser. Y pensarán que una pareja en un lado y otra pareja en otro lado, pero no, generalmente somos los cuatro y si no, chicas en un lado y chicos en otro, y por supuesto hay momentos en que la parejas nos separamos y así.

Hoy, mientras todos estábamos en la sala de arriba y veíamos una película Emily decidió proponernos algo.

—¿Y si invitamos a todos nuestros amigos cercanos y hacemos una pijamada? —dijo.

Jason sonrió.

—Primera vez que no es Zoé la de las ideas locas —dijo con tono burlón.

Fruncí el ceño.

—¡Ey!

Todos rieron, incluida yo.

—Por mi está bien, eso de llamar a nuestros amigos más cercanos —dijo Jake.

—Por mi igual —dije.

Jason asintió.

—Aunque sería mejor que nosotros los hombres no invitemos a más hombres si queremos que la pijamada sea sana.

Jake aceptó y decidieron que solo nosotras invitáramos a personas a lo cual nosotros accedimos sin pensar.

Yo invité a Bianca y a Alice, y Emily invitó a Lydia. No éramos muchos pero los suficientes como para hacer de esta noche espectacular.

Todas llegaron con vino, gaseosas y bocadillos.

—¡Llegamos! —gritaron Bianca y Alice.

Bajé rápidamente las escaleras y las abracé. Todas venían de pijama como les habíamos dicho. Al rato también llegó Lydia la cual traía más refrescos y churros.

—Bueno, ahora si que empiece la diversión —dije mientras puse música.

Estuvimos alrededor de una hora bailando y pasándola bien.

Tu y Jake estuvieron haciendo más que bailar.

No era necesario comentar eso, Lasaña.