El Juego Entre Miradas

21: Remordimientos

Fresh out the slammer
(Taylor Swift)

Jake ⚽️

La madre de Emily estaba aquí. Y se podía notar el rostro de pánico de Emily. Parecía que hubiera visto a un fantasma, y es que la madre de la rubia -según por lo que me ha dicho Jasón- no es nada agradable, no siquiera está algo cerca de serlo. Y al notar su aire de superioridad y su mueca arrogante pude notar que tenía razón.

Zoé apretó mi mano, algo nerviosa. Y eso me demostró que no era el único que sentía que algo malo iba a pasar. Miré a la castaña y esta se mordía el labio inferior, ansiosa. Emily seguía paralizada mientras Jasón frunció el seño. La madre de Emily comenzó a hablar.

-Hola, Emily. Cuéntame ¿qué has estado en mi ausencia? -hizo una pausa-, déjame pensar... ¿ser una put...?

Me sorprendió sus palabras. ¿Es que no sabía como tratar a su hija? Yo he sido maltratado de miles de formas pero eso no impide que me sorprenda este tipo de comportamiento.

-No se atreva a llamarla así -interrumpió Jasón.

Emily seguía sin poder decir algo. Y sentí un instinto de protección al ver como la madre de Emily dio un paso hacia el frente, acercándose.

-¿Y tú qué te metes en esto? -espetó.

Observó la mano de Jasón en los hombros de la rubia. Era clara su molestia.

-Oh, ya te engaño Emily con sus mentiras. Ya te ilusionó ¿no?

¿De qué estaba hablando?

-No -respondió Emily.

-Cuéntales Emily, diles todo lo que eres por dentro. Diles todo lo podrida que eres.

Entrecerre los ojos. Por una parte no comprendía como alguien que ha sufrido ese tipo de maltrato sea tan buena persona, pero después recuerdo mi ejemplo y comprendo todo. Lo que eres puede ser por dos razones, una; porque quieres ser igual que tus padres o la segunda; porque quieres ser lo más diferente ellos.

-No, no. No hagas esto. Sabes perfectamente que no está bien -musitó Emily.

Su madre se acercó a ella, al menos lo que Jasón dejó que se acercara.

-¿Les cuentas tú o les cuento yo?

-Ninguna -dijo Emily, nerviosa.

Se rió.

-Emily, no has cambiado nada. Sigues siendo la misma niña enferma que dejó la casa de forma inmadura.

-No, madre. No soy la misma, nunca seré la misma después de vivir con ellos. Ellos -los señalé-, estos tres jóvenes que puedes ver me hicieron sentir más en una familia, que lo que pudieron hacer papá y tú.

Sentí una presión en el pecho al escuchar sus palabras. Me sentía tan identificado con ella. En como ellos han sido un refugio para mí. Y saber que ella siente lo mismo duele, como una bofetada a la realidad.

-No te atrevas a decir que no he avanzado nada. Porque ni siquiera sabes toda la basura que me hacías sentir -continuo-. Y dices "inmaduro" escaparme de casa. Dime madre, ¿qué harías tú si ninguno de tus padres te apoya después de que alguien te haya abusado y años después encuentras a alguien que sin saber algo te apoya?

Todo lo demás se nubló al escuchar la palabra "abusado". ¿Era el mismo tipo de abuso del cual estoy pensando? ¿Cómo es posible que una madre deje pasar a su hija sola por esa situación? ¿Cómo no pudo haberla apoyado? ¿Cómo no fue su refugio? Zoé la miraba con sorpresa. La castaña estaba en shock. No se movía.