A veces creo que soy feliz. Como cuando estoy con mis amigos tirando mi cabeza hacia atrás y tapándome la boca, mientras rió a carcajadas por una broma que alguien hizo. Pero entonces el día se hace noche y mi sonrisa despreocupada se vuelve una inexplicable tristeza, grabada en mi cara como un tatuaje. Y me acuesto pensando en todas las cosas que me gustaría poder decir y en todas las cosas que tengo miedo de admitir, incluso sólo en mi mente. Es en noches como éstas cuando me doy cuenta de que soy varias cosas. Soy triste y soy feliz, extrovertido y tímido, rebelde y tranquilo. Pero sobre todo me doy cuenta de que estoy vacío.
Créditos: Anónimo
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Mis pensamientos dichos por otras personas
RandomA veces pensamos que no nos entienden, o que nuestros pensamientos nunca se lograrán comprender. Que tal vez, nadie más puede sentir nuestro dolor, felicidad, enojo, ansiedad... pero nos sorprenderá saber que, en nuestro entorno, hay gente quien se...