Parte 37

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Creaste un ángel y lo soltaste en el infierno.
¿Qué esperabas?
De algún modo tenia que sobrevivir y eso me llevo al cambio.
Y vivir era dejar de confiar, arriesgar, pelear, sufrir y dejar ir.
Pero lo que más me costó fue poner limites al amor, dejar de hacer las cosas para los demás.
Siempre pensé que debía hacer que todos se sintieran bien, aunque costara mi propia felicidad.
Fue ahí cuando deje de ser yo y lamentablemente no merecen que regrese.

Juan Diego M.


Había una vez un campesino gordo y feo
que se había enamorado (¡cómo no!)
de una princesa hermosa y rubia.
Un día, la princesa (ve a saber por qué)
le dio un beso al feo y gordo campesino...
Y, mágicamente, éste se transformó
en un esbelto y apuesto príncipe...
(Por lo menos, así lo veía ella.)
(Por lo menos, así se sentía él.)

Jorge Bucay - Cartas para Claudia


El escritor no nace y tampoco se hace.
El escritor es una persona
que se destruye, que muere
para reinventarse una y otra vez.
Sólo así puede ver la vida
desde varios ángulos y perspectivas,
que terminarán formando parte
de sus personajes y de sus historias.

El escritor es un muerto inconsistente,
un muerto eternamente enamorado de la vida.

Jonathan Haller


A veces
soy cielo, infinita
posible, inalcanzable.

A veces
soy árbol, inamovible
enredada, presente.

Otras veces
soy ambas
una mezcla de sueños
y realidades
azules y verdes
y amarillos, naranjas,
rojos, morados,
rosas, cafés.

Soy todo
y soy nada,
un remolino sin fin
de emociones
y vacío.

—María Blanco

Mis pensamientos dichos por otras personasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora