Capítulo 3

32.1K 1.7K 15
                                    

- No pude hacer nada! Moría de vergüenza, sólo quería irme de ahí- me quejé en mi defensa cuando escuché la crítica de Alex. 

- Pero es que todavía no me lo creo. Prácticamente saliste corriendo de ese chico....y era hermoso!- exclamó poniéndose una última capa de máscara de pestañas para luego arreglar su vestido.

Luego de salir de la estación de policías Alexandra se había puesto como loca. Había entrado en un ataque de pánico y la única forma de calmarla había sido decirle lo que había pasado con el lindo guardia.

Y, Alex, como bipolar que era había dicho que mi actitud se debía a un nuevo miedo hacia el sexo masculino. 

Así qué ahora nos arreglábamos para ir a bailar, cinco horas después de pasar el susto de mi vida.

Cuando lo único que quería era quedarme durmiendo para poder madrugar al día siguiente.

.....Quizás sí tenía un problema.

- Te juro que te odio cuando te pones esa falda. Te queda perfecta- comentó Alex con una sonrisa. 

- Si, claro. Dirías lo que fuera para que no me arrepiente de salir contigo hoy.

El club esta repleto de gente. Un gran grupo se arremolinaba en la entrada, otro estaba cerca del baño y varias personas bailando. Algunos en parejas, algunas no.

Alex agarro mi brazo y me guió hasta la barra donde un sexy bartender hacía malabares con botellas y vasos.

- En qué puedo ayudarte preciosa?- le preguntó descaradamente a Alex, saltándose a miles de personas que estaban ahí antes que nosotras. 

- Yo quiero un Cosmopolitan...y mi amiga aquí...- Alex me miró esperando mi respuesta. 

- Lo mismo.

Dos minutos después nos encontrábamos tomando el delicioso cóctel. El mío estaba perfecto pero el de Alex venía acompañado de un pequeño papelito donde se leía un número de celular, obviamente del sexy chico.

- Y se supone que yo me veo bien con esta falda?- pregunte con tono de burla- No llevamos ni diez minutos aquí y ya tienes la primera conquista de la noche. 

- Que graciosa. Pues podrá esperar sentado porque no soy ninguna chica fácil. Además te debo esta salida por el lío en que te metí hoy. 

- Ya te dije que estoy bien- le sonreí, Alex se tomaba estas cosas de la culpabilidad muy en serio- Ven, vamos a bailar. 

- Si! A mover el bote!- gritó dejando nuestros vasos en la barra.

Solté una carcajada y la acompañe hasta el centro de la pista. Pero antes de sí quiera poder empezar a bailar uno de los gorilas del club se nos acercó para hablar.

- Han sido invitadas a la zona VIP. Sólo tienen que subir las escaleras- dijo el tipo con gafas de sol oscuras.

Alex y yo nos miramos como diciendo "Muy extraño para ser bueno". Le agradecimos antes de declinar la oferta y empezamos a bailar.

No tardamos mucho en sentirnos cómodas y olvidar nuestro alrededor. Bailábamos como sí no hubiera un mañana, como si fuéramos las únicas solteras del club y quisiéramos aprovecharlo.

Los chicos no tardaron en aparecer pero al instante los apartáramos. 

Regla número uno entre nosotras: cero chicos en noche de chicas.

El DJ decidió darle a todos una pequeña pausa y puso una canción lenta.

Abrí mis ojos saliendo del sueño en el que me había perdido mientras bailaba y entonces lo vi.

Estaba en la zona VIP, en el piso de arriba. Se apoyaba en el muro de las escaleras y me miraba directamente a los ojos. Como sí quisiera hablarme, como si quisiera que le hablara. Como sí quisiera que fuera suya.

Ese simple pensamiento me molestó. No tenía ningún derecho a mirarme de esa manera. Ni siquiera tenía derecho a mirarme por tanto tiempo, era un maleducado!

Me apresuré al baño de damas y me quede mirando mi reflejo. Fue entonces cuando me sí cuenta que nos debían haber invitado a la zona VIP solo por él.....Lennart. Recordaba perfectamente su nombre.

Entonces un pensamiento inundo mi cerebro asustándome por completo. Que pasaba sí estaba aquí porque sí me iban a meter presa?

Suspire y me refresqué las muñecas con agua fría. Tenía que dejar de ver tantas series policiales.

Al salir sentí la peor clase de deja vu. Lennart estaba apoyado en la pared frente a la puerta con los brazos cruzados. Los músculos de sus brazos se tensaban demostrando no sólo lo fuerte que eran sino también que estaba ejerciendo presión sobre él mismo.

- Lennart- hablé en un suspiro. 

Estaba preparada para todo excepto para lo que hizo a continuación.

Cerró los ojos y suspiró como sí estuviera saboreando su nombre en mis labios.

Cuando volvió a abrirlos juro que pude ver más sentimientos de los que me espere en su mirada.

- Por favor, dime tu nombre.

Ilegalmente Perfecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora