Ilegalmente Perfecto.

Capítulo 4

Encontrarla no fue difícil. Uno de mis compañeros había anotado la placa del auto de su amiga y horas más tardes solo tuve que poner los dígitos en la computadora y supe donde estaban. Para placer mío, la suerte me sonreía. Estaban en el club Gio's.   Solía ir mucho por ahí, así que era miembro VIP.   Llegue y me fui directamente a la planta de arriba.   Quería poder tenerla en la vista todo el tiempo, por aquí de acercaban tipos realmente idiotas. Con una blusa negra traslúcida y una falda, se veía perfecta.  Ella y su amiga tomaban una bebida rosa pero no duró mucho para que su rubia amiga la arrastrara a la pista, haciendo que ella riese a carcajadas. Fue entonces cuando mande a uno de los guardias del club a que las invitaran a esta zona.   Para mi sorpresa las dos rechazaron la oferta casi al mismo segundo. Empezaron a bailar como sí no existiera nada a su alrededor.  No pude evitarlo, simplemente me quede ahí sentado viéndola.   Las canciones pasaban y ella seguía bailando. Entonces el DJ cambio el ritmo y empezó a sonó una balada, fue en ese instante en el que abrió los ojos saliendo del encanto y me miró. Al inicio pareció tan sumida en sus pensamientos como yo, luego un pequeño y casi imperceptible puchero se formó en sus labios y con mirada asesina huyó al baño de damas.  Prácticamente salí corriendo para esperarla en la puerta. Para cuándo salió el puchero de había ido y tenía una sonrisa en la cara, que se fue al momento en que me vio. Su cara de sorpresa fue igual al tono con el que susurró. - Lennart- tuve que contenerme para no besarla en ese instante. Recordaba mi nombre! Un punto para mí, pensé. - Por favor, dime tu nombre- supliqué. Sólo pedía su nombre pero ella entendió que de trasfondo estaba pidiendo más que eso. Al menos un día para conocerla y quitar esta maldita obsesión en mi. Pude ver por su cara que sabía que no sólo quería su nombre, y se quedo unos segundos pensándolo. - Natasha. Pude sentir como una gran sonrisa aparecía en mi cara. Quería besarla, de verdad que sí. Pero no podía hacerlo aún. Ella también sonrió y en un arrebato de valentía me invito a bailar con ella. Nos dirigimos al centro de la pista y empezamos a bailar. No tardamos mucho en entrar en confianza y Natasha dejo el miedo pasar y se acercó un poco a mi. Me miró a los ojos y entonces lo entendí todo. La detuve antes de que me besara. - No vine aquí para tener sexo contigo y luego irme. Me separe de ella y con una última mirada hacia ella pude ver que tenía los ojos llorosos. Le había hablado mal y con tono brusco, la había herido.    Pero ella a mi también.   Salí del club sin saber que hacer.  No quería ser algo que ella utilizara para sus necesidades. Ella en serio me gustaba. Pero Mike me mataría si se enteraba de que todo había sido para nada. .....Y yo no quería apartarme todavía de ella....... Ahí fue cuando lo supe: Esta obsesión iba a terminar mal, muy mal.