-¡Sara! ¡Ven a comer! -gritó mi madre desde la cocina, interrumpiendo mis pensamientos.
-Voy, voy...-dije en voz alta pero para mí, sin intención de que me oyera.
Me levanté de la cama y me dirigí a la cocina. Estaba ya la mesa puesta, y mi madre sentada esperándome, así que me senté en mi sitio y empecé a comer, a la vez que ella. Me comí el plato y seguía teniendo hambre. "No debes comer nada más, estás gorda" pensé para mis adentros, pero la mayoría de las veces no podía contenerme, por eso estaba como estaba, gorda. Aquel día, lo único que hice fue levantarme y coger un par de galletas, aunque en la comida no pegaran mucho. Terminé, cogí mi plato con los cubiertos y mi vaso, y los deposité en el fregadero. Mi madre hizo lo mismo.
-Sara, no le abras a nadie cuando yo no esté, ni le cojas el teléfono a nadie, ¿vale? -dijo muy preocupada.
-Que sí mamá. Ya lo se, me lo dices desde que soy pequeña. -dije suspirándo.
-Bueno, vale...-dijo sin estar muy segura aún.
-Tranquila, de verdad.
-Vale...confío en ti. -dijo y miró la hora- Bueno, ya me tengo que ir, adiós. -dijo sonriéndo y me dio un beso en la frente.
-Adiós mamá. -dije despidiéndola.
Abrió la puerta y se fue. Yo me fui a mi cuarto y cogí el móvil de nuevo.
Tenía algunos mensajes del grupo, que hablaban mucho, y un mensaje de un número que no tenía agregado. Abrí primero el del número desconocido.
*Hola, ¿cómo te llamas? Estoy en el grupo de "4° & 1° A" contigo*
Parecía majo/a, así que le contesté.
*Hola, soy Sara, ¿y tú?*
*Jajaja, pensé que eras otra, pringada, yo soy Harry*
Cometí el grave error de decir como me llamaba yo antes que él. Tenía que haber caído. Me maldije muchas veces arrepintiéndome de lo que había echo. Hubiese sido mucho más lista si le hubiera preguntado su nombre antes de decirle el mío. Ya no había vuelta atrás.
No le respondí, tenía miedo. Lo único que hice fue agregarle, porque bueno, aunque no quisiera hablarle, era el que me gustaba, y quería tener su número en mis contactos. Me mandó otro mensaje.
*No me respondes eh, jajajaja. ¿Esta tarde tienes algo que hacer?*
Me quede muy asombrada al leer aquello. No podía ser, es más, ni siquiera parecía él, estaba bastante amable y simpático.
*Eh...no, no tengo nada...*
Le dije, y rápidamente ya lo había leído. Eso me hizo mucha ilusión, que leyera mi mensaje rápido.
*Pues podríamos quedar esta tarde, a solas, yo tampoco tengo nada que hacer.*
Esto era imposible. Es decir, me estaba invitando a quedar con él, a solas. Me iba a dar algo. Me puse roja en cuanto leí el mensaje.
*Vale...me parece bien. ¿Dónde quedamos?*
*En el parque que está cerca del instituto a las 5, ¿te parece?*
*Claro, allí estaré.*
Dejé el móvil rápidamente.
Eran las 4, tenía que vestirme y arreglarme, porque no iba a ir de cualquier manera, y en eso tardaría una media hora aproximádamente, y luego, desde mi casa hasta el parque, andando se tarda una media hora si voy rápido, así que tenía que empezar ya.
Abrí mi armario, y me puse a rebuscar en él. Encontré unos pantalones largos estrechos y una blusa que me gustaba bastante. Me quité la ropa que llevaba del instituto y me puse el pantalón y la blusa. También me puse unas deportivas que me gustaban mucho y me fui corriendo al baño. Cogí la plancha para el pelo y me lo planché, porque aunque tuviera el pelo liso, planchado quedaba mejor. Luego cogí el cepillo y me peiné aún más.
Me miré al espejo, no me convencía del todo como iba. Fui al cuarto de baño de mi madre, donde tenía todas sus cosas, y cogí un poco de maquillaje. Me puse un poco de base, y rímel. El eyeliner no me lo llegué a poner, porque me daba cosa poder meterme el lápiz en el ojo, y eso me echó para atrás. Me miré de nuevo en el espejo, ahora sí estaba lista. Tampoco estaba deslumbrante, pero yo me veía mejor. Guardé el maquillaje como si no lo hubiera tocado y me fui a mi cuarto de nuevo. Lo malo de esto era que no podía hacerlo más veces, porque mi madre no solía irse de casa por las tardes, y ella jamás me dejaría maquillarme hasta que fuera mayor de edad, es decir, hasta que cumpliera 18 años. Tampoco me dejaba ponerme la ropa que llevaba ahora mismo, porque decía que era muy estrecha, aunque yo no lo veía así. Es decir, que lo estaba haciendo a escondidas. Era sólo la segunda vez que me maquillaba. La primera fue para un concierto que fui con una amiga y en su casa nos maquillamos, y mi madre no me vio, por eso pude ir maquillada. Cogí mi móvil y me lo guardé en el bolsillo. Antes de guardarlo miré si tenía algún mensaje, pero no, ninguno. También miré la hora, eran las 4 y veinte, así que mejor para mí, no tendría que ir tan rápido.
Fui a la puerta de casa, cogí las llaves, salí y cerré. Empecé a andar hacia el parque. Tampoco podía llegar muy tarde a casa luego, porque si llegaba mi madre y veía que no estaba, me castigaría para mucho tiempo, porque me había insistido mucho en eso, o si llegaba mi padre del trabajo. Al pensar eso me agobié un poco y sentí culpabilidad, por mi madre había confiado en mí, y yo le estaba fallando, además, podía pillarme y lo pasaría peor aún. Pero luego se me pasó, porque seguro que no estaríamos hasta muy tarde, sería de 5 a 7, o cosa así, porque no creo que fuéramos a hacer nada especial, como mucho pasear, hablar, y luego ir a tomar algo por allí, que él conoce muchos sitios a los que ir, ya que se pasa el día en la calle. Además, no estaba haciendo nada malo, solo había quedado, como todas las chicas de mi edad y merecería la pena, porque por primera vez me iba a sentir bien, y eso me ilusionaba mucho.
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Be strong. | h.s. |
FanfictionElla, una chica suicida con muchos problemas, que su vida cambiará gracias a él. Él, un chico malo con muchos defectos, que su vida cambiará gracias a ella. Un destino juntos con muchos obstáculos por el camino. - Se fuerte. -dijo él, susurrándole...