Be strong. | h.s. |

Capítulo 6

Fui caminando tranquilamente hacia el parque donde me esperaba Harry.
Miré el reloj para sentirme más tranquila, aún eran las 5 menos cuarto y yo ya estaba llegando. Iba mirando las casas y los comercios de por allí. No había mucha gente en la calle, que raro, ni un niño o niña del instituto. Pensé que estarían en otro sitio o que había dado la casualidad de que no habían salido hoy, simplemente eso. Llegué por fin al parque a las 5 menos cinco, bastante tarde para lo pronto que había salido de mi casa, pero bueno, es que me había entretenido mucho por el camino y también había ido muy tranquilamente. Miré a mi alrededor y no vi a Harry. Seguí caminando por allí y buscándolo con la mirada, la verdad, estaba ansiosa por verle ya.
Tras 10 minutos buscándole, por fin lo vi caminando en otra dirección, como si me estuviera buscando a mi también. Corrí un poco a donde él estaba.
-¡Hey! -le dije en voz algo más alta de lo normal, para llamar su atención y que me viera.
Él se giró, me miró, y esbozó una amplia sonrisa. Avanzó hacia mí.
-Hola, bonita. -me dijo sonriendo cuando ya había llegado a donde yo estaba.
-Hola...-dije algo tímida y sonrojándome un poco.
-Estás muy guapa, ¿sabes? ¿Te has arreglado así por mí? -dijo mirándome de arriba a abajo y luego guiñándome un ojo.
-Pues...la verdad es que sí. -dije sonriéndo.
-Oh, que mona. -dijo junto a una pequeña risa.
-Gracias. -dije sonrojándome.
-Así rojita estás aún más mona. -me dijo acariciándome suavemente la mejilla.
Yo bajé la mirada al suelo porque estaba cada vez más roja.
-Bueno, ¿paseamos? -comentó tras un rato de silencio, que a mi se me hizo eterno.
-Claro. -solté rápidamente.
Él me cogió de la mano y empezamos a caminar por el parque. Íbamos sin hablar, pero eso no importaba. En aquel momento me sentía feliz, y también sentía algo que nunca antes había sentido.
Llegamos a un banco y nos sentámos.
Seguí sin decir nada, simplemente cogida de su mano.
-Me gustas...-dijo, y a la vez me miró los labios, con una mirada bastante fija.
Yo me volví a sonrojar, no podía evitarlo.
-Tú a mi t-también...desde hace mucho tiempo...-dije con voz temblorosa.
-Tranquila...¿vale? -me dijo cogiéndome suavemente de la mejilla con una mano y acercándo sus labios a los míos.
-Sí...-dije en un susurro, intentando contener mis nervios. No podía ser que él, justamente él, fuera a besarme por primera vez.
Cada vez sus labios estaban más cerca de los míos, así que yo cerré los ojos, dejándome llevar.
De repente, me suelta de la cara y me empuja basante fuerte hacia atrás y él se levanta corriendo dejándome ahí, a punto de caerme del banco. Al instante de que él se levantara, me cae un gran cubo de agua encima, y me moja toda entera. Me quedé allí paralizada, mirándole fíjamente mientras él se reía, y yo que estaba a punto de llorar. Empecé a oir risas, cada vez más y más. Vi a gente acercándose. Cuando estuvieron más cerca pude reconocer sus caras, y como no, eran los amigos de Harry, que venían riéndose de una manera exagerada. Yo me puse muy roja, y empecé a llorar. Tras un rato en el que ellos estuvieron riéndose de mí, salieron de detrás de algunos arbustos y de algunos árboles, más gente del instituto, que se pusieron todos alrededor mía y comenzaron a reírse más aún, junto a los amigos de Harry.
Todo el instituto estaba allí. Me sentí fatal, habían organizado todo esto solo para reírse de mí. Seguí llorando aún más. Harry dio un paso adelante y se acercó a mí.
-¿Enserio te habías creído que me gustabas? -dijo conteniendo la risa.
-S-sí...-solté tartamudeando.
-¿Cómo me vas a gustar tú, precisamente tú? -dijo estallando a reír- Sí eres más fea y gorda que mi abuela. -Todos se rieron.
-No sé, yo también tengo derecho a que alguien se enamore de mí...¿no? -lloré aún más al decir aquello.
-Sí, el derecho lo tienes, pero que pase es otra cosa. -dijo mientras seguía riéndose- Nunca vas a tener novio, acéptalo ya, vas a estar sola toda tu asquerosa vida. -dijo y todo el instituto estalló a risas.
Miré a mi alrededor, también me habían estado gravando, es decir, aquello lo podía ver cualquiera.
Decidí irme, así que me levante y salí corriendo y llorando a la vez. No podía más con mi vida, esta vez se habían pasado. Fui corriendo varias calles, hasta que estuve lo suficiente lejos para que no me vieran. Seguí caminando, aunque a un paso rápido, ya que quería llegar ya a mi casa, cambiarme y aislarme del mundo.
Tras unos 15 minutos, llegué por fin a mi casa. Comprobé que mi madre no estuviera, porque sino sería peor todavía. Corrí a mi cuarto, y allí cogí alguna ropa limpia y entré rápidamente en el baño. Me quité la ropa y me metí en la ducha. Intenté relajarme en la ducha, pero no pude, así que terminé rápido, salí, me sequé y me puse la ropa limpia y seca. Cogí el secador y me puse a secarme el pelo. Todo lo hice muy rápido, porque como llegara mi madre me iba a matar, aun que podía decirle que me había estado lavando el pelo. Terminé de secarmelo, recogí todo en el baño y salí. Fui a mi cuarto y miré la hora, solo eran las 6 y media. Me tumbé en mi cama y no pude evitar que una lágrima recorriera mi mejilla al recordarlo todo. Tras esa vinieron muchas más.