Capítulo 5
Llegamos a casa de Erik, una casa amplia y bonita.
Él comenzó a desnudarse, yo hice lo mismo.
-Tienes un cuerpazo.- dijo Erik mientras que me miraba de arriba abajo.
No quise sonrojarme, no estaba aquí para recibir piropos, estaba aquí para tirarme a Erik y era lo único que quería ahora mismo.
Besé su cuello y fui bajando poco a poco. Él gritó de placer y me subió encima de la mesa de la cocina.
-¿Aquí?-pregunté.
-¿No estás cómoda?
-No, lo decía por si podía venir alguien, a mí me da igual hacerlo en una mesa.- respondí.
-Vivo solo así que no va a venir nadie, no te preocupes.- soltó una sonrisita.
-Ponte un condón, Erik. No quiero quedarme embarazada tan joven y no creo que tú quieras ser padre tan joven.
Él fue a por un condón.
-Ya está.- dijo con una sonrisa picarona.
-Pues adelante, soy toda tuya Erik.
Le sentí dentro de mí y grité de placer.
-Estaba deseando poder tenerte, Clarissa.- dijo él.
Clavé suavemente mis uñas en su espalda. Volví a gritar de placer.
Cogí mi ropa y me vestí.
-¿Te vas ya?-pregunto él mirándome.
-Sí, mañana tengo que trabajar.
-Espera, Clarissa. Una pregunta.- dijo él.
-Adelante.- me giré para mirarle.
-¿Qué somos ahora?-preguntó
-Lo que quieras menos novios, no quiero estar con un tío ahora.-contesté.
-Vale, yo tampoco quería por eso te lo preguntaba, no quería que hubiese confusiones, solo estamos aquí para hacerlo.
-Exacto, nada de sentimientos, que quede claro, me gustaría repetirlo, ya te llamaré o me llamas tú, da igual, el caso es repetir.
Ahora entendía los piropos, la comida, la invitación al cine, solo quería llevarme a la cama, pero me daba igual porque yo también lo quería.
Al llegar a casa, llamé a Elissa.
-¡No me lo puedo creer! ¡Te has tirado a Erik!- gritó ella.
-Me vas a dejar sorda, Ely.- reí.
-¿Y qué sois?-preguntó ella.
-Nada, solo somos amigos que se acuestan de vez en cuando.-contesté.
-¿Y no te gusta ni un poquito?-preguntó ella curiosa.
-Físicamente sí, si no no me habría acostado con él, pero no siento nada más que una atracción física.
-Yo estaría coladita- Elissa soltó una risita.
-Ah, ¿pero qué no lo estás aún?- empecé a reír.
-Bueno, pero son fantasías, es todo tuyo.
Al levantarme recibí una llamada de Erik.
-¿Qué quieres Erik?- dije aún adormilada.
- Me dijiste que te llamara cuando tuviese ganas.- dijo él.
- Pero son las siete de la mañana, ¿no te parece algo pronto? Tampoco voy a responder a todos tus calentones, date una ducha fría.
- Pues empezamos bien si no vas a responder a todos mis calentones.
- No voy a discutir Erik, pero tienes que comprender que a algunas horas no voy a estar disponible. Además, hoy trabajo, pero tranquilo es viernes y libro el fin de semana y hoy saldré algo pronto, esta tarde me paso por tu casa y me quedo a dormir o lo que surja.- me reí por lo último que había dicho.
- Nos vemos esta tarde entonces, espero que sepas llegar.
Colgué y empecé a vestirme para ir a trabajar. Me puse unos pantalones en negro y una blusa de color rojo, los tacones no podían faltar, unos finitos de color rojo. Cuando me vestía así sí que parecía abogada, el día que me crucé con Erik iba con un vestido y me hacía verme joven por eso me dijo que parecía una modelo, si me viese ahora sí que pensaría que soy una abogada.
-Buenos días.- dije entrando en la oficina.
Varios de mis compañeros me dieron los buenos días.
-Uy esa sonrisa.- dijo Elissa.
-La de siempre.- le miré.
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Eres la suerte de mi vida #appleawards
RomansErik Durm, 22 años, alemán, rubio, ojos azules, carita de niño y 1'83. Internacional alemán y jugador del Borussia de Dortmund. Campeón del mundo con tan solo 22 años. Titular indiscutible como lateral izquierdo en su equipo. Guarda un secreto que h...