Eres la suerte de mi vida 7

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                                                                                       Capítulo 6

-No mientas, es una sonrisa de haber disfrutado.- ella comenzó a reír.

-Pues sí, ¿pasa algo?

- Que te viene muy bien, Clary. Llevabas unos meses amargada y muy estresada así que conocer a un chico con el que puedes divertirte de esa manera te viene muy bien.

- No lo sabes bien.- dije riendo.

-¿Le van los jueguecitos?-preguntó ella curiosa.

-No cuento esas intimidades sexuales.- respondí intentando ser seria.

-A mí siempre me las has contado.- Ely levantó una ceja mientras que me miraba.

- Pero esta vez quiero que sea un secreto entre él y yo.- dije.

- Eso es que es muy bueno en la cama y le van los jueguecitos por eso no quieres contármelo para que no te lo quite.- ella me dio un golpe en el brazo riendo.

- Pues sí, es demasiado bueno.- solté una risita.

- Lo sabía, tiene cara de niño bueno, pero tiene que ser una fiera en la cama.

- Sí, Ely y por suerte yo he podido disfrutarlo.

- ¿Dónde lo hicisteis?

- En la mesa de la cocina.- me mordí el labio al recordar la escena.

- Es de los que no puede esperar.- dijo ella observando un caso.

- Tanto que esta mañana me ha llamado a las siete porque tenía un calentón.

- ¿Y nos ha ido?- ella arqueó una ceja.

- No, le he dicho que se dé una ducha fría y que esta tarde me paso.

- Así que esta tarde vas a divertirte otro rato.

- Por supuesto y ahora si me disculpas tengo que ir a revisar otro caso que el lunes tengo un juicio.

- ¿De qué?

- Un divorcio, que si la custodia del niño, para quien es la casa, etc. Lo de siempre, nada nuevo.- dije dirigiéndome a mi mesa.

Trabajé hasta las dos y decidí irme a comer con Ely como hacíamos siempre, después no teníamos que volver al trabajo hasta las cinco como de lunes a jueves, los viernes teníamos menos horas.

-Pásalo bien esta tarde- Ely me guiñó un ojo.

Reí.

No me preocupé mucho por lo que ponerme, algo sencillo, no teníamos nada.

Llegué a casa de Erik y él me recibió dándome dos besos en la mejilla.

-Eres impaciente por lo que he visto esta mañana.- dije.

-Cuando se trata de sexo, sí.- dijo él mirándome.

-No sé a que estamos esperando, hemos venido a lo que hemos venido.- dije acercándome poco a poco a él.

Él me agarró por la cintura y deslizó sus manos hacia abajo.

-Entonces no perdamos tiempo.- sonrió.

Él empezó a besarme poco a poco mientras que me quitaba la ropa, corrimos por las escaleras hasta que llegamos a su habitación.

-Esta vez en la cama, aquí se pueden hacer más cosas.- dijo Erik y luego me besó.

Le empujé encima de la cama y me coloqué encima de él, aún no nos habíamos terminado de quitar la ropa, pero él ya tenía su torso desnudo así que empecé a besarlo, le quité el pantalón y él me miró mordiendo su labio, nos terminados de desnudar y en seguida le sentí dentro de mí, ambos gritamos de placer.

-Eres de las que quieren dominar.- dijo él mientras que se colocaba encima de mí.

-Pero también me gusta que me dominen.- dije riendo.

Él se mordió el labio y me besó, fue bajando poco a poco.

Me desperté en la habitación de Erik, una habitación blanca, con las sábanas blancas, las mesillas de color blanco, pero con una cama de estructura de madera. Era realmente bonita.

-Me gusta tu habitación.- dije mirando a Erik.

Él aún estaba desnudo, yo también lo estaba.

-El color blanco me parece relajante para una habitación, pero quedaba soso todo de blanco así que le añadí varias cosas de madera como la estructura de la cama, la cómoda y el armario.

- ¿Sabes algo de diseño de interiores o simplemente decoras a tu gusto?-pregunté.

-Decoro a mi gusto.- respondió él sonriendo.- Es la suerte de vivir solo.

- Pues déjame que te diga que tienes muy buen gusto, a mí me gusta tu habitación.

- Gracias.- él sonrió y me dio un beso en la mejilla.

- Te recuerdo que no somos nada.

- Y lo sé, pero aunque nos acostemos sin ser nada, eres mi amiga y creo que debo tratarte como tal.

Sí, tenía razón. Aunque nos acostásemos juntos, éramos amigos y no deberíamos de estar discutiendo cuando no nos acostásemos, tenemos que tratarnos bien.

Eres la suerte de mi vida #appleawardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora