Dope. Yoonmin & Lemon

¿Un problema?

- Mmm... - murmure pensativo observando las distintas pizzas que habían.

Me percate que la pizza española estaba casi al otro extremo de la mesa. Sí, se me antojaba esa en este momento. Alargue mi mano y moví mi cuerpo para poder alcanzar un pedazo.

Lo que no tenía planeado es que con tal movimiento mi trasero se deslizó justo en la entrepierna del rapero. Yo me quede inmóvil, mientras que el otro se quedó tieso, como una verdadera estatua.

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Alrededor todos desconocían lo que pasaba entre los dos.

Volví a mi lugar haciendo que mi trasero se deslizara sobre la pelvis del platinado.

Me mordí el labio, conteniendo mi impulso de darme vuelta y besarlo de una forma para nada tierna. Desistí, porque sabía que una vez nuestros labios se juntaran no íbamos a detenernos y está el diminuto problema de que están todos presentes en la mesa.

Al bajar la mirada me percate que una de sus manos estaba empuñada. Sonreí, se estaba conteniendo al igual que yo.

"Jimin maligno" se activó aún más.

- Tae, ¿cómo era ese paso de ayer? – escuche la voz de Kookie.

- Ah, ¿este? – hizo un movimiento sobre la silla movimiento sus hombros y torso.

Todos reímos, parecía el primer baile de un niño. Movimientos imperfectos y algo bruscos. Obviamente lo copie, pero no sobre la silla sino que sobre el rapero. En medio de mi "baile" deslizó su mano izquierda desde mi muslo hasta la rodilla, apretando a esta última.

- Basta – murmuro con un tono duro.

- ¿Suga? ¿Quieres más pizza? – le pregunte inocentemente como si recién me diera cuenta que él estaba debajo– está muy rica la mía, ¿quieres probar? – le dije con un tonito descarado.

Su mirada me caló hondo, haciendo que mi cuerpo tiritara como respuesta. Un escalofrió recorrió mi espalda.

Oh, Dios. ¿Por qué tienes ese efecto en mí?

- Al baño – susurro contra mi nuca. Me dio unos golpecitos en el hombro para que me levantara y se marchó.

Lo seguí con la mirada y pude ver que caminaba en dirección al baño.

Comí mi último pedazo de pizza, luego tomé un trago de bebida, y fui tras él. Sin que nadie estuviera pendiente de mi me levante.

¿Se habrá enojado aún más? ¿Será seguro ir con él?

Con Suga y sus cambios de humor era difícil saber lo que pasaba por su mente. Por esa razón abrí la puerta con sumo cuidado.

Era un baño normal como los que hay en una típica casa, eso sí, sin ducha. Al abrir la puerta y entrar no vi nada a primera vista. Pegue un salto. La puerta se había cerrado de golpe. Asustado me di vuelta.

- ¿Cuál es tu idea con esto?

- Suga – dije con una sonrisa nerviosa, luego mire sus pantalones - ¿ya te ocupaste del problema?

Negó repetidamente y se acercó lentamente a mí, como si estuviera planeando algo.

El temor se apodero de mí haciendo que retrocediera unos pasos. Choque contra el blanco lavamanos y trague en seco.

Esquive sus ojos. Me causaba temor esa mirada profunda que me daba el de piel pálida con sus ojos, que algunas veces se veían completamente negros como era este caso.