Que onda mis papirrines, nmms, luego de este c papu capítulo, ¿qué actualizo?
1. Mariposa
2. Sólida barrera
3. Father
Bueno sin más que decir
Puchale play
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—Bueno, entonces…
Antes de que pudiera decir algo más, Ai tomó su brazo y tiró de él hacia la puerta.
—¡Vamos a ver a May, Go-kyun~!
Y con eso, sin darle oportunidad de responder, lo arrastró con entusiasmo hacia su siguiente aventura.
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Si bien la nueva apariencia de su novia le parecía extravagante, sonrió al ser jalado en dirección a la estación de tren.
—¡Qué bien que nadie sospecha!
Dijo Ai con emoción, casi saltando de la alegría.
—Es más sospechoso que digas eso
Murmuró Goku, mirando de reojo a un par de transeúntes que giraron la cabeza, curiosos por la efusividad de la chica.
Ella solo rió, sin darle demasiada importancia, y lo tomó del brazo, balanceándose ligeramente de un lado a otro mientras esperaban en el andén. Para cualquiera que los viera, parecían una pareja normal disfrutando de una salida casual.
Goku, sin embargo, no pudo evitar fijarse en la expresión de Ai. Sus ojos brillaban con emoción pura, como los de un niño que acababa de descubrir un mundo nuevo. Le resultaba curioso, incluso un poco extraño. Para alguien que estaba acostumbrada a estar bajo los reflectores, parecía que en ese momento, entre la multitud, ella se sentía más libre que nunca.
Ai volteó hacia él, notando su mirada.
—¿Qué pasa?
Preguntó con una sonrisa traviesa.
—Nada… Solo que pareces más feliz de lo normal.
—¡Porque lo estoy!
Exclamó con energía.
— A veces quisiera hacer esto más seguido. Pasar desapercibida, salir sin preocupaciones...
Goku asintió, comprendiendo un poco más lo que significaba para ella. No solo era una salida; era un respiro.
El sonido del tren acercándose rompió el momento, y Ai volvió a sujetar su brazo con entusiasmo.
—¡Vamos, Go-kyun! ¡Tenemos un lugar al que llegar!
Goku solo sonrió antes de seguir su paso.
——¿De dónde sacaste el "Go-kyun"?
Preguntó Goku con una risa ligera mientras se acomodaba en el asiento junto a Ai. Se había acostumbrado a sus ocurrencias, pero ese apodo le parecía especialmente extraño.
—No sé, solo se me ocurrió. Después de todo, la magnífica Ai—
Antes de que pudiera terminar su frase con su típico aire de grandeza, Goku reaccionó con rapidez. Se inclinó hacia ella y le cubrió la boca con ambas manos, sintiendo cómo sus labios se curvaban en una sonrisa debajo de sus palmas.
—No puedes decir eso, recuerda.
Susurró con urgencia, mirándola fijamente. Sus ojos reflejaban un leve nerviosismo mientras revisaba con la mirada a su alrededor. Aunque la estación de tren estaba llena de gente ocupada en sus propios asuntos, un par de pasajeros cercanos voltearon con curiosidad, probablemente atraídos por el repentino movimiento.
