- ¿Tarde de chicas en mi casa?
- ¡Claro!
- ¿A las cinco?
- Vale.
- Yo llegaré un poco más tarde, que tengo clase de inglés.
- Te esperaremos.
- Adiós.
- Hasta luego.
Y, en un momento, conseguí que mi idea de dedicarme una tarde pasara a ser la realidad. En poco más de dos horas empezaría. Quería quedar perfecta por si lo veía.
Acababa de salir del instituto, y me dirigía a mi casa, situada a diez minutos de allí.
Unas horas más tarde, llegaron Clara y Ainhoa. Lucía, como ya había avisado, llegó un cuarto de hora después.
Nos preparamos una crema para la cara, nos la pusimos, y a la media hora nos la quitamos. Durante ese tiempo, escuchamos el segundo disco de Gemeliers, nuestros cantantes preferidos. Después, nos hicimos la manicura. Nos pintamos las uñas amarillas, y, con un poco de azul, negro y blanco, pintamos Minions. Quedaron graciosísimas. Y nos llevamos así toda la tarde, hasta que llegó la hora de recogerlo todo e irse. En menos de diez minutos habíamos recogido. Nos despedimos, y se fueron a su casa.
Había sido un día divertido, lo repetiría mil veces. Pero el problema era que no podía dejar de pensar en él, en sus perfectos ojos color cielo. Y aun sabiendo que nunca lo volvería a ver.
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¿Compartimos los Lacasitos?
RomanceEsta es la historia de María, una chica que busca al chico perfecto, algo que le cambiará la vida.