Definitivamente, estaba enamorada. Me pasé el día pensando en él, en nuestros besos, y contándoselo todo a mis amigas, una y otra vez. Después de tanto tiempo buscando al chico perfecto, lo encontré. Se llamaba Calum, y era un chico rubio, alto, y de ojos color cielo. Y tenía un perfecto corazón, era muy cariñoso y amable. Pero lo que más me gustaba de él era que me hacía sentir especial. Me llamaba princesa, y eso me encantaba. Y cada uno de sus besos era romántico, lento, y definitivamente perfecto.
Ese día me iba a presentar a Cameron. Eso me hacía sentir muy feliz, porque significaba que iba en serio, que yo era tan importante para él como él para mí.
Después de aquel beso, y de que me contara lo de Cameron, cogimos su móvil y nos hicimos mil y una fotos. Nos lo pasamos genial, y las fotos quedaron muy bien, porque estábamos en la playa y se veía el mar de fondo. Después, me acompañó a mi casa, me dio un beso de despedida, y, con su perfecta sonrisa, se fue.
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¿Compartimos los Lacasitos?
RomanceEsta es la historia de María, una chica que busca al chico perfecto, algo que le cambiará la vida.