El jefe y sus nenas

Capítulo 15: Fuera de Control

Capítulo 15: Fuera de Control

Lionel golpeaba sin parar el rostro de Danielle. La sangre corría por sus manos, los gritos de suplica se hacían más fuertes, lágrimas por aquí y por allá y nuevos rencores nacían. Habían rostros serios y algunos molestos, otros simplemente idos sin ningún rastro de emoción y una sola mirada pérdida en el cuerpo inconsciente.

Lionel se detuvo y las revoluciones de todos bajaron. Lionel miraba a Danielle sin ningún rastro de emoción, ni tristeza ni alegría solo estaba allí mirándola sangrar.

—¿Eso era todo? Tanto fanfarronear para esto... ¡Tsk! Me das asco— Lionel miró todo el cuerpo de Danielle hasta que su mirada se topó con algo metálico con un poco de sangre. Lionel lo tomó y se percató de las dos placas con algo escrito y con una cadena.

—Tomaré esto— Lionel se levantó del cuerpo de Danielle y le dio la espalda caminando hacia el jefe de Danielle. El aire allí estaba denso y cargado a punto de explotar. Una llamarada, eso era lo que se veía en los ojos de todas las chicas juntas que emanaban llamas en su mirar. A excepción de las respiraciones agitadas, el silencio era la nueva ley.

Lionel se acercó al jefe quien estaba sentado en la primera fila, muy cerca de la valla y se detuvo frente a él aún sin salir del área de combate.

—Si esa es la fuerza y capacidad de tus mujercitas, entonces esto será más facil de lo que pensé y seguramente me vaya más rápido de este basurero— el jefe lo miraba de hito en hito. Lionel movía la cadena con las dos placas para ambos lados e incluso haciendo círculos en el aire con ella. Siempre había querido tener una de esas pero nunca tenía el tiempo de comprarse una y que mejor oportunidad que ésta.

El jefe se levantó de su asiento y miró desde arriba a Lionel.

—No seas ingenuo y mucho menos altanero niño, esto...—

—Jefe...— Nessi se acercó con cautela hacia los dos hombres. Miraba a ambos analizándolos y se percató de algo muy peligroso haciéndola pararse en seco.

—Eso no es tuyo...— señaló Nessi a la cadena plateada con las dos placas.

—Ahora lo es ¿algún problema?—

—Jefe...— la voz de Nessi se escuchó casi como un jadeo y su pecho bajaba y subía con rapidez. El jefe miró la cadena y las placas que Nessi ahora le señalaba y de las cuales no se había percatado.

—Que se alejen lo más que puedan del centro— le ordenó a Nessi y comenzó gritar para que todas se alejaran de las vallas.

—Deja la cadena en el suelo y sal de aérea ahora Lionel, es una orden—

—¿Y ahora cuál es el problema? ¿Ésto?— Lionel movió deliberadamente la cadena haciendo sonar las placas metálicas.

—Deja la cadena en el suelo Lionel, es lo mejor— el jefe lo miró serio.

—Ahora me pertenece, no tengo porqué dártela además...—

—Devuélveme lo que me pertenece o realmente verás el infierno...Lionel— su voz temblorosa y siniestra estremeció a más de una chica que salía del Domo con prisas. Lionel se iba a girar para ver su rostro pero la valla que cayó frente a él con fuerza y rudeza lo detuvo por varios segundos y terminó de girarse para contemplar el cuerpo erguido que yacía al otro lado del área de combate.

—Veo que recuperaste la consciencia y lamento decirte que ya se acabó la pelea así que cálmate, acepta tu derrota y se una buena niña ¿entiendes?—

—Me da igual quien haya ganado, lo que me importa es que me devuelvas lo que me quitaste—

—Encanto, no soy Dios o nada por el estilo como para devolverte tu orgullo de "reina" y tu dignidad así que búscate a otro—