Capítulo 17

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Capítulo 17: Aquellos que Empezaron en el Final (Parte I)

Ambos entraron a la mansión y de alguna extraña forma estaba en silencio haciendo ver la casa como una película de terror. El jefe, seguido por Lionel, se encaminó al cuarto del segundo mirando a todas direcciones. Ni siquiera sus niñas glotonas estaban por ahí asaltando la cocina, algo que lo desconcertaba de cierta manera. En su caminó se toparon con Nessi que bajaba las escaleras serena o eso era lo que intentaba aparentar porque en su interior solo había ira e inestabilidad.

-Nessi, ¿cómo estás?- preguntó el jefe ligeramente preocupado por ella. Su chica era fuerte y se mantenía erguida sin importar los embates que la vida le dé. Ella solo asintió indicándole que no quería hablar de ella en ese momento. Él entendió.

-Bien... ¿Cómo esta ella?-

-No lo sé, pero supongo que bien. Mientras la llevábamos a su cuarto no dijo nada y se mantuvo callada. Su cuerpo estaba temblando, no sabíamos si era por las heridas o por alguna otra cosa así que la llevamos con calma y la dejamos en el suelo por petición de ella. Desde entonces no sabemos nada y no creo que sepamos de ella hasta mañana probablemente-

El jefe escuchó con atención el informe. Ella había mejorado mucho, su cuerpo estaba temblando pero no por las heridas o alguna convulsión, sino porque se estaba conteniendo para no lastimarlas. El jefe sonrió levemente, ella realmente había cambiado y cada vez lo sorprendía.

-Gracias Nessi. Ah y ¿podrías decirle a Nadia que venga para que atienda las heridas Lionel, por favor?- Nessi levantó una ceja incrédula.

-Mejor lo hago yo, ella no quiere tener cuentas con Lionel. No me dijo las razones- Nessi comenzó a caminar hacia la habitación de Lionel, seguida por los dos hombres que se mantuvieron en silencio en el transcurso hasta entrar a la habitación.

El jefe se sentó en una de las sillas de la habitación y Lionel se sentó como pudo en la cama, mientras que Nessi buscaba debajo de esta el botiquín de primeros auxilios que había debajo de cada cama de la mansión.

-Veo que están preparados- comentó al aire Lionel al percatarse del botiquín que estaba sacando Nessi y lo colocaba encima de la cama.

-Ellas son muy especiales para mí y quiero que tengan todo lo que necesiten a su disposición para cualquier situación-

-Ah cierto, ellas son tus mujercitas ¿el gánster siempre protege sus putas o era al revés? No sé, no me acuerdo-

-No son mis mujercitas, son mis hijas. Y hago lo que todo padre debería hacer, protegerlas-

-No me vengas con ese discurso de nuevo K...-

Lionel calló tan pronto sintió el filo del cuchillo haciendo presión en su yugular dejando que hilo de sangre emanara. El jefe suspiró y le dio la orden a Nessi de que bajara el cuchillo la cual acató minutos después y fue bajando lentamente el cuchillo sin dejar su posición, dispuesta a cortarle la yugular si Lionel hacia algún movimiento.

-Él me conoció en ese entonces Nessi, tranquila-

-Sabes que si él abre la boca más de lo debido le cortare la yugular sin dudarlo y sí Lionel, te estoy amenazando. Camina por la sombra si no quieres correr peligro en esta casa- dicho esto Nessi comenzó a curar las heridas de Lionel.

- ¡Uy qué miedo!- una risa socarrona resonó en los oídos de Nessi -No me das miedo nena, he visto peores demonios- comentó mirando al jefe quien sonreía de lado, alabado y a la misma vez divertido.

-No es a mí a quien debes temerle- Nessi terminó de vendar a Lionel. Guardó el botiquín y fue a salir de la habitación seguida por el jefe, no sin antes advertirle del modo más gentil que conocía.

-Te doy un consejo Lionel, no provoques a Dani por favor. No te gustara verla en ese estado y tampoco creo que salgas vivo de sus garras. Solo he sabido de dos personas que han sobrevivido a ella y ha sido por pura suerte y observándote...no creo que tengas tanta suerte. Descansa Lionel- Nessi se retiró. El jefe le hizo una leve reverencia con la cabeza a Lionel y se retiró sin más.

Al salir el jefe de la habitación y cerrar la puerta tras de él, Nessi lo esperaba recostada en la pared con la mirada perdida en el suelo.

-Él te conoce-

-Solo conoce una leve parte-

-Puede delatarte-

-No lo hará-

-Si dijo ese seudónimo frente a mí, ¿Qué te asegura que no hará lo mismo con las demás?-

-No "que", sino "quien" y ya lo hiciste- Nessi lo miró sorprendida y a la misma vez dudosa -No hay de qué preocuparse por ahora, solo hay que mantenerlo vigilado por eso quiero que te encargues de él, yo me encargaré de Dani- Nessi asintió entendiendo sus palabras.

- ¿Qué sucederá mañana? Ambos estaremos fuera por varias horas ¿Lo dejaras a cargo?-

-Así es, queremos que confíe y se sienta cómodo para no tener problemas con los de allá. Sin embargo dejaré a otras dos a cargo para que una lo mantenga en la mira y la otra o ayude en lo que pueda- habló mientras pensaba en esas dos loquillas que podían ser un amor, pero a la misma vez una perdición. Ellas eran las perfectas para la tarea de mañana.

- ¿Quiénes serán?-

-Mis maestras del disfraz... Kira y Grell- Nessi miró al jefe buscando alguna especie de broma en su rostro pero no la encontró.

- ¿Estás seguro de ello?-

-Totalmente- Nessi enmarco una ceja.

- ¿No haces esto solo porque nosotros no vamos estar verdad? Fácilmente pudiste haber escogido a Lili y a Vanessa, pero no lo hiciste...-

El jefe sonrió y la miró divertido. Esa era su chica a la que no se le escapaba nada.

-No puedo ocultarte nada ¿verdad?- el jefe rio - Simplemente quiero darle una lección a ese muchacho, necesita mucha disciplina-

- ¿No crees que con esas dos lo estarás metiendo en una penitenciaria de calibre "explosión, extorsión y crueldad"?-

- ¿A caso esa no era la idea?-

~*~

Mientras la tensión, dudas, ansias, miedos e inexplicables cosas pasaban arriba en el corazón de la mansión, la oscuridad se expandía con rapidez. La sangre manchaba las paredes de ese corazón arrecho, el agua intentaba calmar las ansias de aquel cuerpo abatido de rodillas justo en el centro de la oscuridad. Amarrada a las cadenas del pasado que ahora rasgaban su piel. Soportando el dolor, se movía con rapidez, golpeaba, gritaba, mataba y re-mataba al culpable. No veía, estaba ciega por la ira, la desesperación y la oscuridad. De allí no había escapatoria, no podía escapar de esas cadenas. Aun allí con los diferentes sonidos, podía escucharlo... su voz, su ruido favorito proveniente de eso que le colgaba del cuello.

-...Mana...papá...-

Rendida se dejó caer en el frio y mojado suelo, mirando su reflejo en las placas que colgaban de su cuello que le mostraban ahora una mujer de ojos violeta que en las sombras se escondía en espera de su presa como la bestia que era.

-...pantera...-

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Hola LECTORES!! Dios mio! Hasta que por fin pude subir!

Me excuso por no haber publicado nada hasta ahora *sorry, sorry, sorry* los maestros me tienen ahogada de tanto trabajo gracias al Departamento de Educación *malditos* pero aquí estoy.

No les puedo decir cuando saldrá otro capítulo ya que ahora son mis maestros quien controlan mi agenda -.- pero eso sí, cuando tenga tiempo subiré aunque sea del teléfono.

Para despedirme, le doy las gracias a todos ustedes lectores (eso incluye a los que me dejan su comentario, su voto e incluso a los lectores fantasmas xD) Gracias a todos, de verdad. Un beso desde Puerto Rico.


El jefe y sus nenasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora