Capítulo 18: Navega en la Oscuridad de la Mansión y verás los Demonios que Posee
— ¡Ah! ¿Por qué tienen que irse precisamente hoy?— preguntó Mía haciendo pucheros mientras se sujetaba de la cintura del jefe para no dejarlo ir.
—Solo vamos a estar fuera por varias horas mi pequeña. Prometo que a la hora que vuelva jugamos una partida ¿está bien?— Mía lo miró desde abajo e hizo que el jefe cerrara su promesa con el meñique.
—Ahora sí puedes irte— Mía dio un leve brinco y dejó un sonoro beso en la mejilla del jefe.
Muchas otras chicas hicieron lo mismo con él y Nessi. No era un beso de despedida, era un como un sello que les decía que debían volver a casa sin importar qué. Lionel estaba allí contemplando la escena y apuntando en otra libreta pequeña lo más rápido que podía para que sus dos "dolores" no leyeran lo que él escribía.
— ¡Eres malo! ¡Déjame ver por fa'!— rogaban ambas cada vez que él le cerraba la libreta en la cara. Iba a ser un día difícil con esas dos como "ayudantes".
—Kira, Grell— las llamó su jefe y ellas corrieron hasta él para abrazarlo cosa que agradeció Lionel.
—Lionel, mientras nosotros estemos fuera estaras a cargo. Ten cuidado de que no te coman—
El jefe sonrió y se subió al auto que iba conducido por Nessi, salieron de la hacienda a gran velocidad dejando allí a todas las chicas frente a los escalones de la mansión. Ambos se dirigían hacia una reunión de emergencia en la "Belleza" con algunos de los magnates más reconocidos del viejo mundo. Tenían que conducir por horas para llegar al puerto.
—Nessi si vas a guiar preocupada déjame hacerlo, quiero regresar entero— el jefe miró con cierta gracia el perfil de Nessi donde podía ver que arrugaba la nariz —un gesto que hacia cuando estaba preocupada— y cosa que ella ni se percataba.
—Solo me preocupa el hecho de que estés tan calmado cuando dejas a esas dos a cargo junto con él—
— ¿Qué está sucediendo con esta Nessi? ¿No confías en tus amigas?—
—Nunca he dejado de confiar en ellas, pero tengo un mal presentimiento K, de esos que sientes cuando algo malo le puede pasar a tu familia y el temor de perder algo preciado te invade— el jefe le sostuvo la mano que tenía puesta sobre la emergencia.
—Nuestra familia estará bien. Yo no permitiré que nadie les haga daño—
***
Una vez que al auto había salido de la hacienda Lionel comenzó a dar órdenes a diestra y siniestra. No era nada fuera de lo común: papeleo, armas, importaciones, entrada y salida de dinero, misiones, etc. Con la ayuda de las dos incordias, que no dejaban de meter sus narices en sus anotaciones, pudo terminar todo y finalmente podía comenzar su verdadero trabajo.
—Kira, escribe una lista de todas las chicas presentes y ordénalas en orden alfabético; apellidos primero. Por suerte ninguna está de misión, y Grell, convócalas a todas frente a las escaleras principales— Lionel se levantó de la silla y se retiró del comedor. Llevaba horas ahí sentado y necesitaba estirar las piernas.
Salió al jardín más cercano y vagó entre él, hasta escuchar la voz de Grell y Kira llamándolo desde una de las ventanas del segundo piso. Al entrar se topó con todas las chicas sentadas en las escaleras, en el piso, encima de otra...
— ¡Chicas!— Kira les llamó la atención e instantáneamente se callaron.
—Escuchen, le ordené a su compañera que las reunieran aquí debido a que voy a hacer una serie de preguntas, no personales, y es más fácil tenerlas a todas reunidas. Las preguntas las contestarán levantando la mano, no necesitan decir nada a menos que se lo pida ¿entendido? Bien, comencemos—
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El jefe y sus nenas
AcciónAlgunas cosas de la vida nos llevan a tomar decisiones desesperadas... Nosotras no solo somos unas simple mujeres. Somos guerreras con un pasado violento y oscuro. Nosotras somos leales como los perros, detestables como ratas y tan TRAICIONERAS co...