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Hacía calor en la destartalada furgoneta Dodge. El Depredador dio un largo trago a su refresco y se secó el sudor de la frente con un trapo, mirando hacia la caravana a unos cien metros de distancia y, ocasionalmente, alzando sus prismáticos para una mayor precisión. Sabía por anteriores espionajes, que su víctima rara vez se levantaba antes de las tres de la tarde, así que esperó con paciencia, soportando el sofocante calor. Un grasiento cuaderno azul descansaba abierto en el asiento a su lado, lleno de notas, una copia del certificado de divorcio de su presa; diferencias irreconciliables, su certificado de nacimiento; su expediente académico del instituto y la universidad,

una estudiante con matrícula de honor, su historial médico completo y un informe detallado de sus cuentas. Sospechaba que ahora, él sabía más cosas sobre ella que la misma víctima. La idea de tomarla hizo que su polla se hinchase dentro de su mono de mecánico. Ahora ya no faltaba demasiado tiempo.

El interior de su pequeña caravana lo había sorprendido. Había sido fácil entrar a través de una ventana mientras ella estaba trabajando. Había pasado varias horas allí, husmeando entre sus pertenencias, inspeccionando sus armarios, su colección de películas, la mayoría de terror, sus CDs de rock and roll y cualquier otra cosa que le llamase la atención, a la búsqueda de cualquier pista sobre su personalidad. Su mobiliario era común y corriente, y su gusto tan de venta de patio adelantada1... que era probablemente lo único que podía permitirse desde el divorcio, asumió. La mayor parte del sitio estaba rigurosamente limpia. Su dormitorio lo sorprendió, lleno de libros.

Cientos de libros, de tapa dura y de tapa blanda, en estanterías y amontonados en su cómoda, en su mesita de noche, hasta en el suelo. Stephen King, Fred Saberhagen, Dean Koontz, y lo que parecía ser la colección completa de Anne Rice, Crónicas Vampíricas, Las Brujas de Mayfair, y una fotografía autografiada y enmarcada, tamaño 8x10 de Anne Rice en una pared. También había pósters de películas, "Blade" y "La Reina de los Condenados". ¿Acaso creía en vampiros? Según parecía, sí, siempre y cuando la colección de películas fuese una pista factible. ¡Oh, iba a ser tan divertido! ¡Hacerse con su terror más oscuro (¿O era una fantasía?) y traerlo a la vida! Fuere como fuere, lo sabría muy pronto.

 A las 15:26 hrs. escuchó el portazo de la puerta trasera, y el motor de la destartalada furgoneta de su presa al cobrar vida. Unos segundos después el viejo trasto atravesó traqueteando la carretera llena de baches, con las ventanillas bajadas, y sonando rock and roll. Alzó los prismáticos y vio que aquel día, ella vestía una falda negra holgada, una camiseta teñida de color naranja brillante, rosa fucsia y amarillo chillón, junto a sus gafas de sol. ¿Los restos de un pasado hippie? Quizás.

Depredador|JK +18 (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora