Capítulo especial~ Charles Xavier

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"Podíamos haber logrado tanto, Erik. Juntos. Sin necesidad de violencia..."

Ese pensamiento había hecho acto de presencia todos los días, y no lograba acallarlo. ¿Estaba tan equivocado? Su fe en las personas se había desmoronado demasiado, apenas se sostenía cuando pensaba en el futuro que debía formar para las generaciones venideras.

Y para eso debían enfrentar a Erik. ¿Reformarlo? Era algo tonto, la gente no cambia...
¿Rogarle? Claro que no, tenía orgullo y sesos como para saber que era una idea inútil.

Extrañaba la vida que llevaba antes de que Moira llegara y voltease su vida. Ojalá hubiera estado verdaderamente ebrio y sin ganas de entrar en su mente. Pero no, la curiosidad le pudo.

Extrañaba las largas partidas de ajedrez, en la que era imposible saber quién ganaría. Siempre tenía la nobleza de no entrar en la mente opuesta para ser más justo.

Extrañaba a aquel alemán insensible y brutal a la hora de bromear. Joderle la existencia era algo que lograba animarle en el día más oscuro.

Pero más que nada, extrañaba todo lo que debió dejar atrás para comenzar la cruzada en busca de la aceptación y la convivencia pacífica. Raven sobre todo. Su hermana. Su celosa compañera había muerto para dar paso a Mistique, la metamorfa capaz de lo que sea para lograr su cometido. Aunque culpase a Erik, la culpa de aquel cambio era suya, y de nadie más. ¿Cómo había permitido todo eso? ¿Cuál fue el momento en que perdió a su amiga?
No podía recordarlo aún.

Su mente se nubló de imágenes de lo que vió del futuro. Debía dar lo mejor de sí para evitar que más gente perdiera todo. Como Erik. Como Raven. Como él.

~

Bebió un sorbo de su café, esperaba que sus pensamientos no estén tan reflejados en su rostro. Se sentía agotado física y mentalmente ya que pasó la noche en vela pensando y planificando las remodelaciones necesarias. Si era muy evidente su malestar y preocupación, los panquesitos que encargó a aquella jovencita tan amable deberían ayudar a desviar la atención. Hank tenía debilidad por lo dulce. No estaba seguro de que Alex también amara los dulces, pero sí sabía que tenía debilidad por Hank. Esperaba que tuvieran un futuro juntos, no como...

Mordió con brusquedad un trozo de pan y fue a buscar a los jóvenes, que le daba pánico quedar solo con sus ideas en la cocina.

Encontró a un Alex rojo tratando de meter sus sábanas en la lavadora.
"Yo no estuve aquí" pensó, y estuvo a punto de regresar sobre sus pasos, pero no lo hizo.

-Alex, te estuvimos esperando para desayunar... ¿Haz visto a Hank?-

"Veo que sí, je" Charles tuvo un pequeño desliz y vió los sueños de Alex. Casi se cachetea para quitar eso de su mente.
No escuchó la respuesta, pero su malhumor pudo más y dejó caer otro comentario antes de regresar triunfal a la cocina. Si conocía a Hank, estaría comiendo los dulces mientras se quejaba de la vida.

-Deja alguno para Alex, Henry-

-¡Pero es un imbécil! ¡Se quedó escuchando como estuve tratando de despertarlo durante veinte minutos! No sé para qué me esfuerzo...-

Bofetada con el dorso de la mano por parte del telépata.

-No te hagas el tonto, sabes bien por qué. Y te apoyo plenamente en esto. ¡Pero por amor a lo santo! -Una mirada de Hank le hizo saber que atrás venía el rubio.- ¡Vas a morir de diabetes si sigues comiendo tanto sin parar!-

Puaj, se sintió como Bestia durante un momento. Hizo un gesto rápido con las cejas y se fue al baño a lavar la conciencia.

~

Terminó de lavarse las manos y se encaminó con lentitud a la sala de estar. No se oía a los otros dos, por lo que:

-Hank comprendió la seña y se estaba follando a rubio.
-Al revés.
-No entendió y se quedó comiendo sus cereales en silencio, como si el otro no existiera.

Acertó con la última, ya que al poco tiempo Hank se sentó cerca suyo con un viejo libro con evidente gesto de indiferencia al otro, que venía malhumorado atrás. Se sentó al otro lado de Charles luego de encender la televisión, muy malhumorado.

En cualquier momento gritaría. En cualquier momento gritaría. En cualquier momento gritaría.

Miró a un lado y Alex miraba de reojo a Hank con molestia. Miró al otro lado y Hank observaba con disimulo y fastidio a Alex.

Con gesto de hartazgo los dejó allí, pero cuando llegó al marco de la puerta volteó a verlos e hizo un gesto obsceno con el dedo mayor.

-Púdranse por hacerme esperar.-

Dicho esto se alejó de allí y dejó a dos de sus primeros aprendices mudos. O más aún.

Salvaje y azul lejanía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora