Hank McCoy/Alex Summers

755 42 12
                                    

~Una hora antes~

-Vaya Hank, pareciera que le tienes miedo. ¿Acaso es tan malo?-

Charles se hacía oír desde la cocina, cada tanto se reía no-tan-bajo del rostro del otro. Se suponía que el rubio volvería ese mismo día, y McCoy no dejaba de corretear de un lado a otro en busca de suministros para encerrarse en su habitación hasta el año próximo.
Que no se malentienda, el había deseado mucho su regreso, pero los nervios, miedo y rabia lo llevaban a quererlo seguir teniendo en medio de un combate en el otro lado del mundo.

-Charles, te rogaría que fueses más piadoso, ya que tú deberías comprenderme totalmente. ¿Me equivoco?-

McCoy lanzó ese comentario como puñal y desapareció antes de que el telépata llegara a gruñirle, refugiándose en el sótano.

-Hmpf, te ganas un enemigo muy poderoso Henry...-

-...Que disfrutará enormemente esto que encontré.-

Hank le pasó una botella de whiskey que de "casualidad" estaba dentro de una caja, bajo una repisa pesada.

-Bien, te ganaste una tregua. Te dejo tranquilo con tu chico mientras yo me acabo a este.-

Felizmente, el telépata desapareció rumbo a la cocina en busca de una copa.

McCoy quedó solo en el oscuro sótano, analizando bien a profundidad sus próximas acciones. Por supuesto que no quería ser cruel, su conciencia se lo impedía, pero si quería ver al rubio sufrir un poquito.

Por eso se encerró en su cuarto, pero lo dejó sin llave. Charles debería ir a abrir (o al menos eso esperaba), su lengua lo traicionaría, mencionando que él se encontraba de amargo y...

¿Y? ¿Y luego qué? De repente las refacciones para Cerebro se le hicieron muy interesantes.

~~~

La perilla de la puerta cedió, y una silueta entró al cuarto, gritando felizmente (o eso le pareció).

-¡Hola Hank!-

¡Como lo maldecía! Ya el hecho de oír su voz lo sedujo enormemente a saltar sobre él, estrujarlo y sacudirlo por no responderle. "No McCoy, date el gusto de verlo sufrir" pensaría.
Y por Dios que lo logró.

-Alex. Volviste.-

Fue su fría respuesta. Casi pudo sentir el sonido del corazón de Summers estrellarse contra el suelo, y su decepción se reflejó enormemente en su rostro. La sonrisa con la que llegó se balanceaba colgada de un lado.

-Supongo que no estás feliz de verme. Ni de saber que volví en una jodida pieza.-

Sin preguntar, el rubio se sentó en la cama del castaño juntando las manos entre las piernas, con la mirada gacha.

-Lo siento. Sé que estás molesto. Tu rostro me lo dice, o grita.-

El rubio intentó bromear ligeramente, pero la mirada del otro lo sepultó unos metros más.

-¿Molesto? No es la palabra que usaría. De hecho, diría ofendido.-

Hank se cruzó de brazos, y volteó la mirada. Un leve tono carmín cruzó sus mejillas, y estaba seguro que Alex lo había notado. Pero hizo lo posible por ocultarlo.

-Me alegra volver. Los eché de menos... Sobre todo a ti.-

Alex estaba derribando sus defensas como si le hubiera disparado sus anillos que-todo-lo-arrasan.

-Yo también. Pero no esperes nada de mí, no respondiste mis cartas.-

-Narra Alex-

Verlo allí, de pie contra un muro del cuarto lo hizo sonreír de manera boba. Pero verle la cara y escuchar su saludo fueron una clara advertencia: Henry no lo perdonaría. Pero no iba a darse por vencido.

-Seguro que no estás feliz de verme <<pero yo sí de verte a ti> >. Ni de saber que volví de una jodida pieza.-

Una respuesta fría, helada por parte del opuesto. Era una de las pocas veces que sentía tales remordimientos.

-Lo siento. Sé que estás molesto. Tu rostro me lo dice, o grita.<<Y lo comprendo completamente>>.-

-¿Molesto? No es la palabra que usaría. De hecho, diría ofendido.-

Oh, entonces si era por las cartas. Pero bueno, ¿Qué esperaba? Estaban en constante movimiento, temía que si respondía alguien ajeno leyera también y... ¿Acaso se había sonrojado? Oh Hank, era una ternura como para comérsela.

-Me alegra volver. Los eché de menos... Sobre todo a ti.-

Fue una jugada sucia, sólo le faltó hacer ojitos de perrito arrepentido. Y vaya que funcionó, veía como el castaño se ponía nervioso.

-Yo también. Pero no esperes nada de mí, no respondiste mis cartas.-

¿Así que Henry quería hacerse el rudo con él? Pues no se lo permitiría.

Menos de tres segundos y ya tenía su cuerpo atrapado en un abrazo (que lo hizo odiar la altura de McCoy). Antes de que este pudiera protestar, rozó con delicadeza la punta de la nariz del nerd. Con un tono digno de la mejor actriz de Hollywood, susurró.

-Pero te extrañe demasiado... ¿Acaso tú no a mi?-

Sabía que Hank no aguantaría mucha presión, y estaba seguro que sentía algo por él. Esperaba que fuera lo mismo que lo que él experimentaba.

-N-no te pongas pesado A-Alex, b-bas-basta...-

Sip. Ahora estaba seguro. Si Bestia tartamudeaba era porque usaba toda su fuerza de voluntad en retrasar lo inevitable. Pero quería oírlo con otras palabras.

-No, no basta, no hasta que lo digas, Hank. Charles lo obvió demasiado, y aunque no lo hubiera hecho, no soy tonto.-

Lo acercó más a el, mientras lo acurrucaba contra el muro en que previamente había reposado. Podía oir los latidos frenéticos que lo delataban tanto al muy Bestia como a él.

Pero una fuerte y grande mano le apartó el rostro (que comenzaba a acercar) de encima. Jodido McCoy.

-Alex, basta de tontos juegos. ¿Piensas hacerme sufrir de esta manera?... Me voy abajo. Tu cuarto es el de siempre, ya sabes dónde queda.-

Mientras iba hablando, su "presa" se fue escabullendo hasta la puerta, y al terminar la abrió y salió victoriosamente. O eso pensaba...




||Ñejejeje les pospuse el lemon (?). Ya en el siguiente capítulo si habrá, se los confirmo y prometo.

Salvaje y azul lejanía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora