Salvaje y azul lejanía.

Capitulo Final

Hank avanzó a paso lento hasta hallar a Alex. Se sentó a su lado, suspirando sonoramente, y dejó junto al otro el pequeño ramillete de flores que traía. Y luego es que comenzó a hablarle.

-Hola, Alex. Perdóname por mi ausencia, te compré estas flores aunque... No sabía muy bien si te gustarían. Espero no seas alérgico.-
Ríe con suavidad, sacándose los lentes.

-Sé que soy repetitivo, pero en serio lamento lo que sucedió. Todo. O bueno, casi. Nunca me perdonaré el no haber sido suficiente. Y no serlo aún. Supongo que es mi mayor desafío, ¿Verdad? Es decir, podré ser un maldito nerd atlético, y próximamente profesor, pero no me alcanza.-

La derrota en sus ojos es evidente, buscando el rostro del rubio para juntar fuerzas y continuar tras dar una suave caricia.

-Scott está avanzando increíblemente en la escuela Alex, no te lo imaginas. Si bien en Matemática y Física es un desastre, en Política, Educación Física, Historia y las materias... especiales, como Judo o Planificación Estratégica, es un as. Ya veo porqué me decías que era la esperanza de la familia. Aunque creo que es por impresionar a la bella Jean Grey, ¿La recuerdas? Pelirroja, lista, poderosa. Si tuviera la edad de Scott sin duda estaría tras ella también. Aunque parece que Jean no tiene ojos para otras personas. Je.-

La voz se le quebró, su vista se nubla. Tras un "sigh" cansado, y frotarse los ojos con la palma de la mano, continúa.

-Te necesitamos Alex. Yo te necesito. No todo es un lecho de flores aún. Queda mucho por luchar, aunque la determinación de Charles sigue y seguirá enfocada en la igualdad. En toda clase de igualdad. Erik... Magneto. Ha estado tranquilo los últimos meses, pero tememos que esté preparándose para algo grande. Conoce dónde está la escuela, sabe la clase de mutantes que protegemos y escondemos hasta que ellos sean capaces de salir a la luz. Tengo miedo, Alex.

Desearía que estuvieras aquí, fastidiando, eso mantendría mi mente tranquila. Este largo tiempo que pasó estuve encerrado en el laboratorio, apenas saliendo para comer y para dar consejos a la hora de sobrellevar sus mutaciones. Soy el consejero escolar, por cierto. Anda, molesta con eso.-

Dice con una amarga sonrisa. Como si hubiera dado pie para ello, el efecto neutralizador de su forma se acabó, comenzando a brotar cabello azul en su piel, modificándose sus pupilas y rostro, creciendo algunos centímetros y transformando sus gestos en detalles felinos. Suspira buscando palabras para continuar.

-A-Aún no me acostumbro a este cuerpo, y han pasado diez años. Sí, la última vez te prometí que dejaría esa basura, pero a veces caigo en la desesperación. Amigo, Raven es una suertuda.-

Abrió los ojos de par en par, acaba de recordarla.

-Raven, ¡Raven! Ella ha estado viajando a Madripoor según Charles. La sudorosa capital del crimen. Creemos que está organizando su propia... Primera Clase. Pero sigue viniendo de vez en cuando a dar charlas acerca de las mutaciones físicas conmigo, y a fastidiarnos a todos con su carácter. Pero la queremos, respetamos su decisión.-

Habló casi en un tono susurrante, aún esperaba que Raven se instalara permanentemente con ellos, había habitaciones vacías, y muchos puestos para profesores vacantes. Prácticamente sólo estaban él, Charles, Sean y Moira. Y Sean era casi un niño más, a decir verdad.

A lo lejos, Charles esperaba. El clima no era ideal, las nubes grises abovedaban el ambiente, advirtiendo de una gran tormenta próxima. Pero aún así, Hank debía realizar esa visita. Había faltado el mes pasado. Pasando la mano para quitar restos de plantas y un ligero musgo que se formaba, acaricia como si la cara del mutante rubio estuviera bajo la placa de granito.

—Ojalá tuviera más tiempo... Algún día, quizás lo tenga. Te amo, Alex. Gracias por salvarnos a todos, una y otra vez. Siempre has sido el héroe entre nosotros. Desde que tengo idea sobre ti. Has sido prisionero por tu propia voluntad para no herir a nadie, has luchado por tus ideales y tu país, has...— Su voz se quiebra, recordando el último momento de Alex antes de perderlo en ese estallido de fuego.— Has sido valiente hasta el último día... Y nunca te olvidaré, rubio...—

Permanece junto a la lápida en silencio, unos breves momentos en los que asimila sus emociones, limpiándose las gafas en su ropa en lo que la lluvia comienza a caer. Hank suspira, y se besa los dedos para luego presionarlos en el granito.

—Te amo, Alex. Nos veremos otra vez.—

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Buenas ¿Noches, días, tardes? Luego de cinco años les publico el final de esta historia. Sé que pasó tiempo y que a nadie le debe interesar ya, jaja. Escribí esto para desahogarme de mi ship frustrada allá por el 2015-16. Y la dejé cuando mi motivación, mi persona por la que escribía, se fue. No volví a revisar esto por mucho tiempo... Y ahora que lo hago, es una sorpresa todas las cosas bonitas que han escrito aquí, o el que de algún modo esta historia esté en un ranking alto por sus etiquetas, signifique lo que signifique. Gracias por ese apoyo, perdón por tan poco.

No es seguro, pero quizás suba historias que escribí de otros personajes. Ahora sólo estoy publicando el final que escribí hace años para esta historia y nunca me animé a subir, que no sé si sea lo mejor. Pero se los debía. De nuevo, gracias, gentecita 💜.