Una semana. Ya una semana desde que el castaño entro al instituto. Una semana desde que había mantenido una amistad con el rizado. Una semana donde tiene que controlase a no lanzarse a él y devorarlo a besos. Una semana desde que pensó en las manos de Harry. Louis se había empezado a juntar con el trio de chicos apuestos estando ahora mismo en el receso sentados en el pasto del patio alejados de los demás.
-Odio eso.
Refunfuñó Niall quejándose del frío. Zayn lo miró.
-¿El que?
-De que los malditos profesores a fuerzas quieren que nos salgamos de los salones-bufa- pero ellos ahora mismo estarán disfrutando de un café en las oficinas.
-¡Mierda!-pausa- ¡eso es verdad!
Harry gritó mostrando incredulidad. Mientras tanto Louis hacia lo posible para que sus dientes dejaran de chocar entre si, frotando sus manos cubiertas por unos guantes y las mangas de su suéter contra sus pequeñas piernas.
-Aun así encuentro patético que traigan alguna cobija.
-Zayn créeme, si mi mama me dejara traerme una, no dudaría en traer seis.
Harry mostró con sus dedos la cantidad.
-¿Y porque no lo haces?
-Es obvio, ella piensa que soy lo suficientemente descuidado como para perderla.
-Iré a comprarme una hamburguesa. ¿Me acompañan?
Niall comenzaba a pararse.
-Yo quiero una botella de agua.
-Yo he calentado este árbol lo suficiente como para pararme.
-¿Y tu Louis?
Preguntó el rubio amablemente.
-Oh... N-no necesito nada... Gracias.
Al responder no pudo evitar lo entrecortado que salió su voz por los choques de sus dientes. Harry dirigió su vista a él preocupado al ver lo morado pastel que se veía su rostro. El rubio y el morocho se fueron caminando lentamente aplastando las hojas frescas que caían de los árboles.
-¿Estas bien Louis? Pareces un pulpo.
-S-si, solo un poco de frío.
-Ven.
El rizado se acomodó con la piernas separadas y un poco flexionadas haciendo espacio para el cuerpo del castaño. Palmeó en el centro llamándolo. Louis sin dudarlo empezó a gatear hasta él susurrando un pequeño "Gracias" al quedar frente a frente. Se volteó dandole la espalda apoyándose en sus manos para así arrastrar su cuerpo lo mas cerca a él. Louis lograba sentir el pene de Harry pues el pequeño había hecho que su trasero quedara notoriamente cerca de la masculinidad del oji-verde. Esa era tal vez la única vez que estarían así de juntos y por eso Louis no desperdiciaría tal oportunidad.
Harry pasó por encima del chico su chamara extra que había traído ese día dándole calor a Louis.
El rizado se recostó en el tronco para que así el castaño quedara apoyado en su pecho y torso.
Harry sintió como el chico se removía un poco dandole suaves roces a su miembro, por instinto hubiera salido un gemido de sus suaves labios rosas sino fuera por que mordió su labio inferior evitándolo. El oji-azul se removió de nuevo sonriendo para el mismo sintiendo lo tenso que se encontraba Harry empezando a hablar en un tono inocente.
-Lo siento.
-¿Mmm?..... Oh.. N-no te preocupes.
El rizado comenzaba a creer que fue mala idea, en estos momentos tenía en la cabeza rogándole a Dios para que no empezara a imaginar cosas con el castaño. Al cerrar los ojos le empezaron a llover imágenes indecentes de ellos dos en un cuarto, en una cama.
-¿Te gustan los gatos?
-¿Que?
Abrió los ojos de golpe.
-Que si te gustan los gatos.
-Amo los gatos.
-¡Yo también amo los gatos!
Louis removía nervioso sus manos bajo la prenda, pensando en como preguntarle si gustaba ir a su departamento.
-Yo tengo uno. Ama a la gente desconocida.
-Yo también tengo uno. ¿Crees que me ame?
-Sip. ¿Como se llama?
Louis volteó la cabeza observándolo, eso ocasionó que su espalda se arqueara haciendo que su trasero se fuera mas para atrás apretando al rizado contra el árbol. A él casi se le salen los ojos al sentir como su cadera es siendo atrapada entre lo duro y rugoso del tronco y las tiernas y moldeables nalgas del castaño.
-K-kiwi.
El oji-azul volvió a su posición inicial mirando al frente y rápidamente Harry llevo su mano hecha puño a su boca mordiéndola para evitar gritar de la frustración.
-¿Kiwi? ¿Por qué?
Iba a voltear otra vez pero el rizado fue más rápido y sujeto la cabeza del castaño hacia el frente con sus manos disimulando recargar su quijada en él.
-Sus ojos parecen una rebanada de kiwi. ¿Y el tuyo como?
Contestó mas tranquilo.
-Hades.
-¿Hades por Hércules?
-Aja.
-¿Por qué Hades?
-Sus ojos son azules como su cabello... el cabello... de... de Hades.
-Deberían de conocerse.
Él sonrió planeando sus palabras.
-Deberías traerlo a mi departamento.
-¿Vives solo?
Preguntó curioso Harry.
-Nope. Con mi mamá.
-Oh... ¿Que te parece mañana?
-Para mi perfecto.
-Bien.
-Bien.
Louis no desperdiciaría por nada del mundo las oportunidades que se presentarán mañana. Por supuesto que no.
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Espero que les haya gustado❤️
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