El pequeño cuerpo del chico era inundado por la angustia que sentía en ese momento, igual que las noches anteriores, batallando en dormir. Recostado sobre su cómoda cama mirando el techo con sus pequeñas manos en su estómago cubierto por la sabana moviéndolas intranquilamente. Miró al reloj que estaba en su mesita de noche que gracias por la oscuridad de su cuarto pudo ver claramente la hora siendo ésta iluminada por luces verdes.
12:45 am.
Y no había pegado el ojo desde hace cuatro horas que se vino a echar a dormir.
Sacó las sabanas de él sentándose en la orilla de la cama. Colocándose de pie sintiendo el frío de los azulejos. Dio un bostezo estirándose y empezando a caminar hacia la puerta.
"Toc Toc"
-¿Mami? ¿Estas ocupada?
El chico asomó su cabellera castaña por la puerta viendo a su madre trabajar desde la laptop. Le molestaba un poco que su madre se desvelara mucho por culpa del trabajo. Todas las veces que él le preguntaba si necesitaba ayuda ella le respondía con un "Ya es tarde cariño, ve a dormir." debería de estar hablando por los dos.
-No cariño. Ya mero termino.- acomoda la lap fuera de sus muslos colocándola en la mesita de alado-¿Que pasa amor?
Louis caminó despacio hincándose en la cama y comenzando a gatear hasta su lado, acurrucándose cerca de ella.
-Hace unos días...-inició, tomando un mechón de cabello de Jay, largo y castaño- vi a E-el.
Susurró tristemente.
-Boo...-abrazándolo- No merece que la llames con cariño.
-Iba hablando con él... Losé por que... por que le dijo que lo extrañaba.
La mujer paso su pulgar por debajo de los ojitos azulados del castaño, así él dándose cuenta que había soltado unas cuantas lagrimas al recordar lo pasado de hace algunos meses.
-Bebé, sé que no ha pasado mucho tiempo. Pero las personas que te lastiman el corazón o te traicionan no merecen que los piensen.
-¿Porque me pasó a mi?- murmuró contra el cuello de su madre- N-no pedí que me lo hicieran a mi. Por su culpa ahora tengo manchado el cuerpo para siempre.
-Lou... Ellos no merecen tus lagrimas. Y no estuvo bien lo que hiciste esas noches jovencito.
Besó su coronilla escuchando como su hijo sorbía su nariz.
-Mejor cuéntame de ese muchacho nuevo.
Los labios de Louis instantáneamente dejaron de tirar para abajo y formaron una linda sonrisa adornada por sus pequeños dientes brillantes.
-Es un chico genial.
Se separó un poco para poder ver el rostro de su madre mirándolo, ojos rojos, brillosos e hinchados, nariz rojita, y sus mejillas rosadas.
-Será alguien especial... Como para que al hablar de él sonrías así.
-Si, claro...
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Solo unas horas habían pasado desde que había dejado la casa de Louis. Y todo lo que había pasado lo revivía en su mente.
Se había sentido tan genial al tener el cuerpo del castaño sobre el suyo. Con kiwi acostado sobre su pecho dormido puesto que las caricias que le daba el rizado eran suaves y delicadas haciéndolo caer a sus pies.-Oh Louis...
Habló dejando salir un pequeño suspiro de sus labios al final.