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Hace días publiqué este capítulo por error. Espero que nadie lo haya leído.

CAPÍTULO DEDICADO AAAAAA:

@ArcoirisDeGays wuuuu!❤️


—Entonces... ¿Nos vamos?

—Eh... Si, sólo me iré a cambiar el pantalón.

—Así te ves bien.

El rizado le sonrió guiñándole el ojo derecho.

—Am... No lo creo. Sólo, sólo serán cinco minutos.

—Bien, aquí te espero junto a... a Hades.

El castaño fue a su habitación. Haciendo camino a su closet. Su celular se encontraba en su mano, mientras con la otra abría la puertecilla revelando su ropa.
Llevó su mirada al móvil, moviendo sus dedos ágilmente sobre la pantalla.

Los tonos de llamada sonaron, llevándolo entre su oreja y hombro; rebuscando adentro del ropero.

¿Qué pasa, amor?

Detrás de su delicada voz se escuchaba cómo se mezclaban las conversaciones de todos convirtiéndolo en un agudo dolor de cabeza si tan sólo estuviera ahí.

Má, ¿recuerdas que te conté hace algunos días sobre la fiesta de Harry?

Su labio inferior se encontraba entre sus dientes, mordisqueándolos.

Claro cariño, ¿qué pasa con eso? ¿Ya te animaste a ir?

–S-si, algo así.

–¿Debo de recordarte que a ti no te gustan las fiestas en grande?

–No, claro que no. Pero aún así iré. Sólo te llamaba para avisarte que... Pues cuando llegues no estaré aquí en la cas- departamento.

–No te preocupes corazón. Tú ve y diviértete.

–Lo trataré mami.

–Bien cariño, te dejo. Ya me están solicitando en la junta de- bueno, no importa. Te amo hijo, cuídate mucho.

–Igual yo, Má.

Un beso tronado se escuchó de la  línea de la mujer para finalizarla a los segundos.

En sus manos ya se encontraba la prenda que cubriría sus piernas.
Se despojó del pantalón holgado sintiendo su piel erizarse al tener sus piernas expuestas. Agarró el otro y las deslizó dentro de la suave tela.

Apenas abrochó el botón y el rizado entró apurado detrás de Hades. Lo atrapó entre sus manos y lo cargó.

Acercó una mano al minino sacando de su boquita una pequeña canica.

—Lo siento. Sólo lo hice perseguir la bola, nunca creí que la tomara y saliera corriendo.

Habló agitado.

—Nunca dejo a su alcance pequeñas cosas cómo... una canica.

Mencionó quitándole despacio la cosita de entre sus dedos. Fue hasta la mesita de noche, abriendo el cajón arrojándola ahí.
Se sentó sobre la cama comenzando a ponerse unas vans blancas.

—Bien, ¿nos vamos?

Harry asintió dejando al pequeño sobre el suelo.

Laundry Room ||l.stylinson.||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora