《 La familia Frost 》

Primera palabra | Elsa

Oh... Por... ¡Dios!

Siempre se preguntaron cuál sería la primer palabra de su pequeña Elsa. Y siempre había discusiones si sería 'Mamá' o 'Papá'

-Punzie, querida, recapacita. Sabés que dirá 'papá', pero tranquila, no hay necesidad de sentirse mal.- Dijo mientras le guiñaba el ojo derecho, sonriente.

Los tres, Rapunzel, Jack y la pequeña Elsa estaban sentados en la cama matrimonial de los padres. Elsa estaba en medio de ellos.

-Querido Jack, oh querido Jack. Mi vida, mi cielo, mi sol, mi rey, linda criaturita de Dios.- Dijo con falsa ternura la rubia, mientras que lo miraba como si fuera un tonto. Y el sólo sonreía alagado (Bueno, quizás si era un poco tonto).

-Es obvio que dirá 'mamá'. Pero ánimo, para la próxima quizás tengas suerte.- Concluyó Rapunzel, mientras le daba palmadas suaves en el hombro, tratando de "animarlo".

Y antes de que Jack, ofendido, replicara, sonó el timbre y Rapunzel de levantó a abrir la puerta.

Jack se levantó y llevó en brazos a Elsa. Cuando llegó a la sala, vio a su hermana, Emma esperando de brazos abiertos a su sobrina. Así que la bajó y vio como la niña se acercaba a Emma de igual manera. Se notaba que quería mucho a su tía.

-¡Elsa, pequeña! ¿Cómo has estado?- Le preguntó muy sonriente, mientras que jugaba con sus pequeñas manitos. Elsa sólo reía.

Se habían sentado en el sillón a platicar y de repente, gracias a Jack, volvió el tema de la primera palabra de Elsa. Y la nombrada sólo miraba curiosa. Emma, luego de haber escuchado lo que tenían que decir los padres primerizos, quiso probar algo.

-Umm... Ya veo, ¿Me dejan intentar algo?- Preguntó la castaña.

-Claro, Emma, sabes que estas como en tu casa.- Contestó sonriente Rapunzel y Jack sólo miraba curioso. ¿Qué pensaba hacer su hermana? Y la tia, tomó a Elsa y la puso en su regazo.

-Bien, Elsa di... Tía.- Los padres la miraron entre curiosos y escépticos, después de todo ellos, ya habían intentado millones de formas para que hablara, pero ninguna funcionó.

-...- Elsa no dijo nada, sólo la miro atentamente. Y para sorpresa de los padres... Habló.

-...Tía...- Había sonado más como un "Nia", pero que importa. ¡Al diablo la pronunciación! ¡Ella había hablado!

Y todo se volvió silencio. En la sala se podía ver a una castaña sonriente, satisfecha y orgullosa de su sobrina. A un albino completamente en shock, no podía creelo, ella había hablado. Luego de tantos intentos fallidos. Y la rubia estaba igual. Pero la ultima decidió romper el silencio.

-Oh... Por... ¡Dios!-