Naturaleza

54 3 2
                                    

Cailyn

Salgo un momento para recibir algo de sol lo cual es totalmente imposible, demasiado smog como para ver el sol desde tan abajo, si estuviera en un edificio si sería posible; ignoro el ruido que hacen al reconstruir las paredes y al tratar de organizar, comienzo a caminar hasta que comienzo a sentirme algo mareada y me siento en el suelo, miro el tanque de oxigeno y trato de evitar llorar, ya llevo horas con esta porquería pero mis pulmones no parecen querer arreglarse y entonces lo pienso, me quito la máscara lentamente después de respirar hondo y me quedo ahí sentada, sin mascara, sin respirar hasta que de hecho me falta el aire y lo hago lentamente, las lagrimas comienzan a caer y no tengo forma de pararlas, demonios, respiro con normalidad, no estoy teniendo ningún problema para hacerlo. Mis pulmones se han adaptado lo cual significa que he mutado y no sé cómo esto va a continuar y me estoy llenando de pánico.

Siento como alguien se acerca y se sienta a mi lado, al fijarme es Adria quien aparentemente me estaba viendo a la distancia. No me mira, solo se queda con la vista al frente sin decir una palabra.

- Adria - digo con la voz quebradiza.

- Al principio es difícil el.....aceptarlo - dice con cierta tristeza - es una.....mutación menor, de seguro que no va a pasar a ser algo mas grande.

- No entiendo, ¿a algo más grande? Y ¿Cómo estás segura de eso?

- Las mutaciones se dividen en tres categorías, creo que estas en la primera. Espero que estés en la primera.

- ¿Cuál es la primera?

- Mutación menor - dice fríamente - cambios pequeños para adaptarse al ambiente, sería como las branquias y cosas así.

- Estoy en tu categoría...

- NO - responde exaltada - yo soy categoría 3, mutación evolutiva, es la más peligrosa ya que nunca se sabe si parara o hasta donde llegara, la categoría dos es de hecho la mas común, piel escamosa, cuernos, cosas así que de hecho no ayudan en nuestro mundo.

Finalmente me mira como si estuviera a punto de llorar y me da un débil abrazo - no pude protegerte - es lo último que dice antes de volver a sentarse derecha, mira al frente y se levanta.

Me da la mano para ayudarme y comienza a caminar alejándonos del lugar.

- ¿A dónde nos dirigimos? - trato de seguirle el paso al ella caminar tan rápido y estar halándome.

Ella no me responde, solo se voltea a sonreírme y sigue caminando, es bastante lejos y de hecho creo que estamos perdidas pero Adria no para hasta que encontramos algo que no me esperaba, algo que ni debería de existir, arboles.

- No es....posible.

- Lo vi estando sentada, aparentemente son muchos.

Comienzo a caminar al interior y Adria está en lo cierto, decenas de árboles de todos los tamaños, pero, esto no debería de ser posible, con la contaminación en la tierra ni siquiera debería de haber luz suficiente para estas plantas, la comida que venden se hacen en domos especiales pero esto, esto es posiblemente el ultimo pedazo natural en todo el país y probablemente de nuestro mundo.

Me quedo mirando a Adria por un momento mientras ella se agacha al ver una hermosa flor que no reconozco de ningún libro.

- No puede ser - dice sonriendo - este lugar evoluciono.

- ¿Qué?

- No es la forma pura de esta planta, si te fijas notaras que tiene características de las rosas y de un tipo de planta carnívora.

- ¿Rosas? Se extinguieron hace años.

- No, mutaron - dice indicándome que me acerque a la flor.

Es realmente hermosa y extraña. Una rosa enorme, más alta que lo que los libros dicen que eran las que se extinguieron hace años, tiene pequeñas hojas que si uno se fija bien puede notar que cuando se para un insecto en estas se cierran rápidamente atrapándolo.

Adria se pone de pie notando algo bastante interesante, las hojas de los árboles son azules. Me pongo de pie y me fijo en algo que simplemente no puede ser real, en medio de todos estos extraños arboles hay una laguna.

- Deberíamos de irnos - dice Adria de la nada - se preguntaran donde estamos.

- Pero...

- Tenemos que organizarnos y planear nuestro ataque.

- Hay tantas cosas que ver - respondo como si fuera una niña pequeña lo cual solo la hace reir.

- No notaste que caminamos por media hora para llegar aquí - dice con una sonrisa hasta que se da cuenta al mismo tiempo que yo.

No me di cuenta porque no me sentí exhausta, un humano no podría caminar todo eso sin mascara sin sentirse mal lo cual demuestra que si he cambiado.

- Aprenderemos a sobrellevar esto - digo para tratar de hacerla sentir mejor pero también para ayudarme a mí.

Ella sonríe y se agacha delante de mi - súbete a mi espalda.

- ¿Por qué? - pregunto algo nerviosa.

- Confía en mi, será divertido.

Hago lo que me pide y luego comienza a caminar pero en poco corre de una manera e en la que todo a mi alrededor se ve borroso, solo se ve claro lo que tengo al frente.

Cacería de Mutantes: La GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora