Capítulo 5

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—Señorita Davidson. Pensé que estaría con la enfermera. Su compañera dijo que se sentía mal.

—Eh, una disculpa solo estaba tratando de ayudar a Nathan. —Nuestro compañero nuevo.

—Si, pues tomen asiento.

—Claro.

Camine directo hasta, donde se encontraba Abby, ella me miraba a mí y a Nathan supongo. Cuando miré en su dirección él estaba parado aun en media clase.

—¿Pasa algo Nathan...? —dijo el profesor Artur.

—Ah, no, sólo estoy buscando un lugar donde sentarme

—Porque no le dices que se siente con nosotras. —Abby me lo dice casi susurrando que casi no logro entenderle.

—No lo sé, pero tampoco quiero dejarlo ahí tirado.

—Bien si no lo haces tú, tendré que hacerlo yo. —¡NATHAN SIÉNTATE AQUÍ!

Abby grita incluso más fuerte de lo que se necesita, pero logra llamar la atención de Nathan y él va directamente hacia mí, el asiento que queda delante de mí está disponible así que no lo duda un segundo más y se apresura por las filas para llegar al lugar.

—Hola de nuevo.

Saluda a Abby que le dedica una sonrisita. No es que me moleste ni nada, bueno si, pero no tengo ni una sola razón. Así que lo dejo pasar.

El señor Artur continua con su clase. Y no puedo prestarle atención por más que lo intente. Mi cabeza no deja de hacerse preguntas como ¿Qué hace él aquí? ¿Por qué ha sido transferido? Ni siquiera sé por qué hago esto. Debería estar poniendo atención en clase o pensando en otra cosa.

La clase termina rápido y yo recojo mis cuadernos lo más pronto posible. Pero no puedo porque tengo que esperar a mi amiga. Y tengo que buscar a Scott. No sé dónde se ha metido.

—Tierra llamando a Ann...

—¿Sí?

—¿En dónde andas? —Estoy aquí.

—Am, no lo creo

—Lo juro.

—Necesito hablar contigo. —cuando volteó hacia Nathan, me siento preocupada, una extraña sensación me recorre la espalda.

—Ah, sí... ¿Qué pasa?

—Es que necesito contarte algo, pero no creo que sea bueno decírtelo aquí, quizá si nos viéramos en algún lug...

—Hey, chica hermosa —sin dudarlo giro mi cuello hasta ver a Scott de pie fuera de mi salón.

—Amooooor—ya sé me pone un poco loca mi chico, pero es que lo amo tanto que no me da pena comportarme como una estúpida enamorada y cursi.

—¿Cómo estás linda?, vamos que llegarás tarde a tu próxima clase.
—Oh, sí ya voy.

—Em, Nathan podemos hablar luego, me dio gusto verte nos vemos en un rato.

—Dirigí mi atención hacia Scott, y nos fuimos hasta nuestra próxima clase, Abby se quedó con Nathan, para que pudiera darle indicaciones de cómo llegar. Quizá me comporte un poco grosera al dejarlo tirado, pero seguro lo entendería, era un chico muy comprensivo, me gustaría saber qué era eso que me tenía que decir.

×××

—¿Estás seguro de que no quieres que me quedé? A mí no me importaría transferir me aquí contigo.

—Sí me gustaría mucho que vinieras conmigo a la escuela, pero no quisiera que se estropeara la relación contigo y tus amigos, no podría cuidarte, pero sé que a Peter no le importará, él te quiere tanto como yo.

—Está bien, pero no lo olvides, te extrañare.

—Te quiero Jessy.

—Y yo a ti, Nath.

×××

—¿Quién era el chico con el que hablabas? —Me pregunto Scott

—¿Nathan? Es el chico nuevo, no has oído hablar de él, la noticia ha volado muy rápido.

—Si, si, lo he escuchado, pero no veo porque tanto interés en el chico, muchos chicos nuevos llegan a la escuela todo el tiempo. —No sé porque me da la impresión de que a Scott le molesta la presencia de Nathan.

—Bueno, sí, pero quien en estos días cambia de colegio a mitad de año.

—Quizá haya hecho algo, de lo que quería escapar.

—No creo, no se ve que sea así. —Me encuentro defendiéndolo porque simplemente no me gusta que juzguen así a las personas, no lo conozco mucho, pero sé qué el no haría algo.

—¿Acaso lo conoces?

—No, pero eso no significa que haya hecho algo.

—Dejémoslo, ¿sí? No quiero pelear por una tontería, ¿te dije que te ves hermosa hoy?

No puedo evitar reírme y dejar pasar sus comentarios. Es completamente tan adorable cuando me dices cosas así.

—Sí, lo hiciste hace unos minutos.

Me acerco a su boca y lo beso, sabe tan bien, siempre tiene un sabor dulce mezclado con su pasta dental. Me encanta. Y cada vez que me besa no podemos evitar usar la lengua, sé que suena asqueroso, pero se siente tan bien.

—Ya consigan un hotel.

Me separo de golpe al ver a Abby junto a Nathan. Me siento tan avergonzada que me escondo en el cuello de Scott.

—Linda, me tengo que ir llego tarde a clase, pero te veo en el almuerzo.
Me da un beso en la coronilla y me despido de él con un abrazo.

—Piensa en mí.

—Siempre lo hago —me guiña un ojo sale corriendo por el pasillo.

—Una ya no puede dejarte sola porque haces un espectáculo aquí en el pasillo. Venga entremos.

×××

No las merece, estúpido hijo de puta. No puedo hacer nada. Pero es tanta mi rabia.

—Oye Nathan, ¿la chica con la que hablabas antes de encontrarnos es tu hermana?

—¡Abby! —reprendí a la chica, sabía que cuando se le metían ideas locas, no se detenía.

—¿Qué? Sólo es curiosidad

—Ah, pues en realidad no, es una chica que me encontré en el pasillo. Quería saber algo, eso es todo.

Entonces sí no era su hermana, porque dijo que lo era, o ¿no lo dijo? Estaba confundida pero no le di importancia, de todas formas, ese chico es sólo un extraño para mí. 



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⏰ Última actualización: Jul 13, 2019 ⏰

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