- Si... sigue... – Ashton la levantó. – Más... rápido. – le pidió ella mordiéndole el hombro. – Ah, ah... si...
Ashton la apoyó contra la pared, así, teniendo una mejor postura para follarla. Luna se retorcía contra su cuerpo. Le mordió de nuevo el hombro, le arañó la espalda.
Quería que supiera lo que era tener sexo con él, quería que supiera lo mucho que la deseaba, lo mucho que quería que disfrutara a su lado. Lo mucho que, además, la amaba.Le agarró las piernas y se hundió, completamente en ella.
- ¡Oh, sí! ¡Ashton! – jadeó Luna contrayéndose alrededor del miembro de Ashton, apretandole con tanta fuerza que él pensó que iba a correrse en ese mismo instante.
Vamos a ver... Ashton intentó pensar, entre aquella nube de lujuria que cubría su vista. A diez centímetros de su sexo. Esto es fácil para mí.
Ashton movió circularmente las caderas y volvió a embestirla, Luna se intentó agarrar a la pared. Gritó. Te encontré.- Dios mío... - murmuró con la respiración agitada.
Ashton volvió a tumbarla en la cama. Volvió a colocar sus piernas verticalmente contra su torso. Sentía como el sexo de Luna palpitaba, encerrándolo en sus entrañas. Le besó las piernas.
- ¿Quieres más? – dijo Ashton besándole el cuello.
- Si... si...
- ¿La palabra mágica?
- Por favor...
- Falta algo...
- ¿Qué? – dijo Luna, abriendo los ojos.
- Di que me amas. – sonrió.
- Te amo. – ella le devolvió la sonrisa.
Ashton volvió a torturar ese lugar, hasta estar totalmente dentro de Luna. Ella lo sentía tanto... que pensó que iba a perder el conocimiento. Y él... a él lo apretaba, como un puño, cada vez que la embestía, cada vez que embestía el punto G de Luna. Y más, ahora. Ahora... Sintió como ella se deleitaba en él, sintió como se corría, como le entregaba hasta el alma. Y él le otorgó lo mismo, dejando que Luna lo ordeñara hasta la última gota de placer .
Luna terminó de vestirse junto con Ashton. En el preciso instante en el que ella se abrochaba los pantalones, Michael entró, corriendo.
- ¡Ashton!
- ¡Joder! Te he dicho mil veces que piques a la puerta antes de entrar. – llega a ser cinco minutos antes y nos pilla en el polvo del siglo.-
- Lo siento, lo siento. – dijo apresurado.
- ¿Qué quieres? – Ashton se puso el jersey. Luna no dejaba de observarlo.
Perfecto. Era la mejor palabra que lo describía.-- Calum nos vino a buscar. El helicóptero está allí... afuera. – Ashton observó por la ventana. Vio uno de los helicópteros de la agencia, en funcionamiento, en su pequeño y privado aeropuerto. ¿Cómo era posible que no se hubiera dado cuenta? Eso era... otra prueba más de que, cuando esta con Luna, lo demás, le importa una mierda.
- ¿Nos vino a buscar?
- Nos surgió un imprevisto... en Rusia.
- ¿Qué dices?
- Pues eso... Nos necesita. Dice que solo serán unos días.
- Siempre hace lo mismo...
- Ya, pero... Sabes que estamos en medio de unos conflictos con los rusos...
- ¿Y a mí qué?
- Pues que dice que eres uno de los mejores con... Manejo de armas... Que nos necesita Ashton.
Él quedó pensando por un momento.
- Dile que ahora voy.
- No hace falta que cojas nada, él ya... ya tiene todo lo necesario.
- De acuerdo.
Michael desapareció por donde había entrado. Luna se acercó a Ashton.
- ¿Tienes que irte? – murmuró, preocupada.
- Si... - le acarició la mejilla – Pero te prometo que en tres días, como mucho, estoy aquí.
- No te vayas... - Le suplicó Luna. – ¿Si te hieren? Estarás en medio de una guerra...
- No me pasará nada.
- ¿Y lo de ayer?
- Fue un despiste.
- Llévame contigo.
- No mi amor... Si te pasara algo, si te hicieran daño, no me lo perdonaría nunca.
- Pero...
- Nada de peros. – le acarició los labios y la besó, lentamente, saboreando hasta la última gota de ese tiempo que compartían juntos – Volveré.
(( * Preparandose para la lluvia de piedras que le vendrá encima por hacer esto*))
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Protegela
FanfictionUna llamada al despacho Una foto Y un mes cargado de pasiones, disparos y sentimientos encontrados.